Uvas aumentan la diversidad de microbiota y reducen el colesterol
La intervención dietética es el principal enfoque para el control del colesterol. La fibra soluble, de 2 a 10 g diarios, se asocia con una disminución pequeña, pero significativa en el índice general y el de LDL.
Las uvas contienen polifenoles, flavonoides y son una buena fuente de fibra. Se ha demostrado que las frutas con alto contenido en estos compuestos fitoquímicos pueden tener efectos prebióticos, que provocan cambios en la composición de la microbiota intestinal.
La disbiosis -desequilibro en la flora intestinal- se ha asociado con el desarrollo de enfermedades metabólicas, como la obesidad, la diabetes mellitus de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Cada vez hay más pruebas que sugieren el papel crucial de estas partículas en la homeostasis del colesterol del huésped y el metabolismo de los ácidos biliares.
Un estudio encabezado por Jieping Yang de la Escuela de Medicina David Geffen, Universidad de California, USA, encontró evidencia que comer uvas puede aumentar la diversidad de la microflora y al mismo tiempo disminuir los niveles de colesterol en sangre. La investigación evaluó el efecto del consumo diario de 46 g. de polvo de uva entera.
Un total de 19 personas entre 21 y 55 años siguieron una dieta especial baja en polifenoles y fibra durante cuatro semanas. A continuación, se siguió la misma dieta, pero con la adición de polvo de uva. Los investigadores recogieron muestras de heces, sangre y orina de los voluntarios durante ambas fases del experimento.
Tras cuatro semanas de consumo de uva en polvo, los sujetos experimentaron un aumento de la diversidad del bioma intestinal. Investigaciones anteriores han demostrado que este incremento tiende a asociarse con un sistema inmunitario fuerte. En particular, aumentaron los niveles de la bacteria Akkermansia, que se sabe que tiene un impacto positivo en los niveles de glucosa y el metabolismo de los lípidos. Los investigadores también descubrieron una disminución de los niveles generales de colesterol del 6,1% y un descenso del 5,9% en el LDL. Además, hallaron que algunos ácidos esteroideos en la bilis se redujeron en un 40,9%.
La akkermansia degrada la mucina, lo que estimula a las células caliciformes para que produzcan más, aumentado la protección de la barrera intestinal y preveniendo la disbiosis.
En resumen, el consumo de uva se asoció a una disminución del colesterol y de los ácideos esteroides en la bilis.
