Tubos de timpanostomÃa no superan a antibióticos en infecciones del oÃdo
Los resultados de un ensayo controlado aleatorio muestran que el procedimiento no reduce significativamente la tasa de episodios en comparación con los antibióticos, y el manejo médico no aumenta la resistencia antibiótica.
Después del resfriado, la otitis media aguda es la enfermedad que se más se diagnostica en los niños de los Estados Unidos. Causada principalmente por Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae, es indicación principal para el tratamiento antimicrobiano en la infancia. La otitis media aguda recurrente, definida convencionalmente como al menos tres episodios en 6 meses, o al menos cuatro episodios en 12 meses con al menos un episodio en los 6 meses anteriores, es también una directriz para el uso del tubo de timpanostomÃa, la operación realizada con más frecuencia en niños después del perÃodo neonatal. Sin embargo, las recomendaciones oficiales difieren con respecto a la colocación del tubo de timpanostomÃa para niños con otitis media aguda recurrente.
Alejandro Hoberman y colaboradores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), asignaron al azar niños de 6 a 35 meses de edad que habÃan tenido al menos tres episodios de otitis media aguda dentro de los 6 meses, o al menos cuatro episodios dentro de los 12 meses con al menos un episodio dentro de los 6 meses anteriores, para someterse a una sonda de timpanostomÃa o recibir terapia médica que involucre tratamiento antimicrobiano episódico. El resultado primario fue el número medio de episodios de otitis media aguda por niño/año (tasa) durante un perÃodo de 2 años.
En el análisis principal, por intención de tratar, la tasa (± EE) de episodios de otitis media aguda por niño/año durante un perÃodo de 2 años fue de 1,48 ± 0,08 en el grupo de tubo de timpanostomÃa y de 1,56 ± 0,08 en el grupo médico (P = 0,66). Debido a que el 10% de los niños en el grupo de tubo de timpanostomÃa no se sometió a su colocación y el 16% de los niños en el grupo de tratamiento médico se sometió a la colocación de un tubo de timpanostomÃa a petición de los padres, se realizó un análisis por protocolo, que dio tasas de episodios correspondientes de 1,47 ± 0,08 y 1,72 ± 0,11, respectivamente. Entre los resultados secundarios del análisis principal, estos fueron mixtos. La colocación del tubo de timpanostomÃa favoreció el tiempo hasta un primer episodio de otitis media aguda, varios hallazgos clÃnicos relacionados con el episodio y el porcentaje de niños que cumplieron los criterios especificados para el fracaso del tratamiento. El tratamiento médico favoreció el número acumulado de dÃas de los niños con otorrea. Los resultados que no mostraron diferencias sustanciales incluyeron la distribución de la frecuencia de los episodios de otitis media aguda, el porcentaje de episodios considerados graves y la resistencia a los antimicrobianos entre los aislamientos respiratorios. Los eventos adversos relacionados con el ensayo se limitaron a los incluidos entre los resultados secundarios del ensayo.
Finalmente, entre niños de 6 a 35 meses de edad con otitis media aguda recurrente, la tasa de episodios durante un perÃodo de 2 años no fue significativamente menor con la colocación de un tubo de timpanostomÃa que con el tratamiento médico.