Endocrinología
Tratamiento antihipertensivo en la diabetes 2 prolonga la vida
En meta-análisis, el control de la presión arterial en pacientes diabéticos se asoció con un riesgo significativamente menor de mortalidad, de eventos cardiovasculares, de enfermedad cardíaca y de accidentes cerebrovasculares.
Para 2030, se estima que habrá al menos 400 millones de personas con diabetes mellitus tipo 2 en todo el mundo, siendo los más afectados los jóvenes que viven en países de ingresos bajos o medios. Esta condición se asocia a un peligro significativamente mayor de eventos macrovasculares como infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular. También es la principal causa de ceguera y de enfermedad renal en etapa terminal a través de sus efectos en la microvasculatura. Los niveles de presión arterial (PA) son en promedio más alto entre personas con diabetes y su aumento representa un factor de riesgo bien establecido.
Docentes de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, determinaron el vínculo entre el tratamiento antihipertensivo y la enfermedad vascular en la diabetes tipo 2. Se realizaron búsquedas en MEDLINE de ensayos controlados aleatorios publicados entre enero de 1966 y octubre 2014. Dos revisores extrajeron de forma independiente las características de los estudios y los resultados vasculares. Los principales objetivos y medidas correspondieron a mortalidad, eventos cardiovasculares, enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, retinopatía, aparición o empeoramiento de la albuminuria e insuficiencia renal.
Se incluyeron cuarenta ensayos con bajo riesgo de sesgo (100.354 participantes). Por cada 10 mmHg menos de presión arterial sistólica, se observó un riesgo significativamente menor de mortalidad (riesgo relativo [RR], 0,87; IC del 95%, 0,78 - 0,96); reducción del riesgo absoluto (RRA) en eventos por 1.000 pacientes/años (3,16; IC del 95%, 0,90 - 5,22), de eventos cardiovasculares (RR 0,89 [IC del 95%, 0,83 - 0,95]; de RRA; 3,90 [IC del 95%, 1,57 - 6,06]), de enfermedad cardíaca coronaria (RR, 88 [IC del 95%, 0,80 a 0,98]; RRA, 1,81 [IC del 95%, 0,35 a 3,11]), de accidente cerebrovascular (RR, 0,73 [IC del 95%, 0,64 hasta 0,83] ; RRA, 4,06 [IC del 95%, 2,53 - 5,40]), albuminuria (RR, 0,83 [IC del 95%, 0,79 - 0,87]; RRA, 9,33 [IC del 95%, 7,13 - 11,37]) y de retinopatía (RR, 0,87 [IC del 95%, 0,76 - 0,99]; RRA, 2,23 [IC del 95%, 0,15 - 4,04]). Cuando los ensayos fueron estratificados según PA sistólica inicial mayor o menor de 140 mmHg, los riesgos relativos de retinopatía e insuficiencia renal fueron menores en los estudios con una mayor presión arterial sistólica basal (p interacción <0,1). Las asociaciones entre los tratamientos para disminuir la PA y los resultados no fueron significativamente diferentes, independientemente de la clase de medicamentos, a excepción de los accidentes cerebrovasculares y la insuficiencia cardíaca. Las estimaciones fueron similares cuando todos los ensayos, independientemente del riesgo de sesgo, se incluyeron.
En resumen, en pacientes con diabetes tipo 2, la disminución de la PA se asoció a una menor mortalidad y mejora de otros resultados clínicos, con riesgos más bajos entre aquellos con PA inicial de 140 mm Hg o superior. Estos resultados apoyan el uso de medicamentos para la disminución de la PA en tales individuos.
