Neurología
Trastorno bipolar es prevalente en personas con desórdenes alimentarios
Los resultados revelaron que la condición psiquiátrica es común en quienes padecen problemas vinculados a la ingesta, además se evidenció que ambas alteraciones conjuntamente favorecen el aumento de tendencias suicidas, conductas impulsivas y la pérdida de regulación del peso.
La coexistencia de problemas afectivos y trastornos alimentarios (TA) ha sido bien documentada en investigaciones previas, sin embargo, la relación entre estos y la bipolaridad solo recientemente ha logrado despertar interés.
Para abordar lo anterior, los autores (Mei-Chih Meg Tseng y colegas del Hospital Universitario Nacional de Taiwán) tuvieron como objetivo investigar la prevalencia y la correlación de los trastornos bipolares en pacientes con TA y adicionalmente, examinar las diferencias de los efectos entre la depresión mayor y la mencionada bipolaridad. Los participantes fueron sometidos a un estudio de dos fases para desórdenes alimentarios, en clínicas ambulatorias psiquiátricas. Por otro lado, los diagnosticados con TA (n = 288) y los controles comparables por edad, sexo y nivel educacional (n = 81), recibieron entrevistas estructuradas para comorbilidades psiquiátricas, riesgos de suicidio, y sobre su nivel funcional. Adicionalmente, todos los individuos completaron varios cuestionarios auto-administrados que evaluaron la patología general y relacionada a la alimentación y también sus grados de impulsividad. Finalmente, se compararon características de los controles con personas solamente con TA, aquellos con esta última alteración junto con el trastorno depresivo mayor, y por último, con quienes sufrían el problema alimentario en combinación con la bipolaridad.
Los resultados evidenciaron que en relación a los controles, los pacientes con todos los subtipos de TA tuvieron tasas significativamente más altas de depresión mayor (rango, 41,3 - 66,7%) y de bipolaridad (rango, 16,7 - 49,3%). En comparación con quienes solamente padecían de TA, los individuos que además presentaban anomalías comórbidas bipolares y aquellos con depresión mayor, eran significativamente más propensos a tendencias suicidas y a presentar discapacidades funcionales. Por otra parte, el grupo con trastorno bipolar incrementó su riesgo de desregulación de peso, además mostraban comportamientos más impulsivos y elevadas tasas de comorbilidad psiquiátrica.
En resumen, los autores concluyen que los trastornos bipolares son comunes en individuos con problemas alimentarios. Una diferenciación cuidadosa entre los primeros y la depresión mayor en pacientes con TA puede ayudar a predecir la psicopatología relacionada y proporcionar el adecuado tratamiento.
