Seguimiento del sueño en TEA: una prioridad pediátrica
Dado que los problemas del dormir en niños con autismo son muy frecuentes, es fundamental estudiar el descanso nocturno para mejorar la conducta diurna y su bienestar general.
Las complicaciones del sueño pueden afectar el comportamiento diurno, la calidad de vida y la salud en términos globales. En el presente estudio se compararon los hábitos nocturnos en niños pequeños con trastornos del espectro autista (TEA) y otros trastornos y retrasos del desarrollo (RD) en la población general (PG).
El estudio correspondió a un diseño de casos y controles, e incluyó a niños de 2 a 5 años de edad cuyos padres completaron todos los ítems de un cuestionario validado (Children's Sleep Habits Questionnaire, CSHQ). Los casos lo integraron niños con TEA (n= 522); con RD y trastornos con características de TEA (RD c/TEA) (n= 228); aquellos con otros retrasos y trastornos del desarrollo sin características de TEA (RD sin TEA) (n= 534); y 703 controles de la PG. El análisis multivariable de la varianza comparó la puntuación media total (TS, del inglés total score) del CSHQ y las puntuaciones de subescala entre grupos. Finalmente, el análisis de regresión logística examinó las diferencias de grupo mediante el uso de los valores límite del TS de 41 y 48. Los análisis se ajustaron para las covariables.
El TS promedio del CSHQ TS para los niños de cada grupo fue: TEA (48,5); RD c/TEA (50,4); RD sin TEA (44,4); y PG (43,3). Las diferencias entre los que tenían TEA y aquellos con RD sin TEA y los controles fueron estadísticamente significativas. Mediante el uso de un umbral de TS de 48, la proporción de niños con complicaciones del sueño fue significativamente mayor en el grupo TEA versus RD sin TEA y la PG (odds-ratios ajustados [IC del 95%]: 2,12 [1,57 a 2,87] y 2,37 [1,75 a 3,22], respectivamente).
En conclusión, los problemas de sueño son el doble de comunes en niños pequeños con trastorno del espectro autista y en aquellos con retraso del desarrollo con características tipo autista. La detección de tales complicaciones nocturnas es esencial en la primera infancia para facilitar la ejecución de intervenciones adecuadas.
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