Sedación oral no es inferior a la intravenosa
Este estudio muestra la no inferioridad del procedimiento oral comparado con el parenteral en cuanto a la satisfacción de los pacientes sometidos a cirugía de catarata.
Investigaciones previas han demostrado la seguridad de cirugía de catarata con sedación oral (Can J Ophthalmol. 2007;42:288e294; Ophthalmology. 2015;122:281e287; Ophthalmology. 2016;123: 723e728). Sin embargo, tales estudios fueron retrospectivos y se llevaron a cabo principalmente en centros quirúrgicos ambulatorios, sin asistencia y en sujetos considerados cooperativos y sin rasgos patológicos complejos. Una perspectiva anterior, que consideró un estudio sin cegamiento evaluó la comodidad del paciente y no encontró diferencia significativa entre la sedación oral y la intravenosa, aunque en una población relativamente uniforme (J Cataract Refract Surg. 2015;41:415e421).
Centrado en un ambiente hospitalario urbano y académico con individuos diversos de la población, el objetivo principal de este estudio fue investigar si la satisfacción del paciente sometido a cirugía de catarata con sedación oral no era inferior a la intravenosa, mediante un estudio prospectivo, aleatorizado, con doble enmascaramiento.
Los participantes fueron una muestra voluntaria de pacientes de 18 años o más de diversos orígenes programados para la cirugía de catarata. Se excluyeron sujetos alérgicos a las benzodiacepinas, mayores de 70 años con un cuestionario de detección del delirio fallido, embarazadas o en período de lactancia, que utilizaban un medicamento inhibidor del citocromo 450 3A, o que estaban intoxicados el día de la cirugía. Los individuos fueron asignados al azar para recibir triazolam oral con placebo intravenoso o midazolam intravenoso con placebo oral previo al procedimiento quirúrgico. La medida de resultado primaria fue la satisfacción de los pacientes, medida por una encuesta administrada en el día 1 del postoperatorio. Las medidas de resultado secundarias incluyeron la satisfacción del cirujano y del proveedor de anestesia, la necesidad de anestesia suplementaria y las complicaciones quirúrgicas.
Entre los 85 pacientes (42 hombres [49,4%]; edad media, 65,8 años; desviación estándar, 9,5 años) que completaron el estudio, la puntuación media de satisfacción fue de 5,34 ± 0,63 (rango, 3,75 - 6) en el grupo de sedación oral y 5,40±0,52 (rango, 4 - 6) en el grupo intravenoso. Con un margen de no inferioridad a priori de 0,5 y una diferencia en las puntuaciones medias entre los dos métodos de 0,06 (IC del 95% de una cola, -infinito a 0,27), estos resultados demuestran la no inferioridad de la sedación oral con un valor de P de 0,0004. La satisfacción del cirujano y del proveedor de anestesia fue similar entre los dos métodos. Las complicaciones intraoperatorias ocurrieron en 16,7% en el grupo oral y 9,3% en intravenoso (diferencia, 7,4%; IC del 95%: -6,9% a 21,6%; P = 0,31). La única complicación intraoperatoria importante, un desgarro capsular posterior, ocurrió en el grupo intravenoso. Ocho sujetos del procedimiento oral (19,0%) y tres del intravenoso (7,0%) recibieron sedación intravenosa suplementaria (diferencia, 12,1%; IC del 95%: -2,0% a 26,2%; p = 0,097).
Finalmente, este estudio sugiere que el uso de sedación oral en la cirugía de catarata es una medida de ahorro de costos y espacio, que potencialmente permite la transición de algunos pacientes de una sala de operaciones a una de procedimientos o a un consultorio.
