Polución ambiental contribuye a la demencia
Los hallazgos del estudio se suman a una creciente base de evidencia que vincula la contaminación del aire con la neurodegeneración, lo cual asegura una mayor investigación en esta área.
Recientemente, la investigación clínica se ha extendido a la función que cumplen los factores de riesgo ambientales en la demencia, donde una gran revisión sistemática identificó pruebas moderadas de una asociación con ocho factores diferentes, incluida la contaminación del aire. Si bien la polución ambiental es un componente bien establecido para las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, su papel en relación con la demencia es menos valorado y entendido.
Por lo tanto el objetivo de este estudio de cohortes retrospectivo fue investigar si la incidencia de demencia está relacionada con la exposición a niveles de contaminación atmosférica y acústica en la ciudad de Londres. Para esto, 130.978 adultos de entre 50 y 79 años de edad sin antecedentes de demencia o de residencia en residencias de ancianos se inscribieron en sus consultas generales el 1 de enero de 2005.
Las medidas de resultado fueron un primer diagnóstico registrado de demencia y de subgrupos de enfermedad de Alzheimer y demencia vascular durante 2005-2013. También, las concentraciones medias anuales durante 2004 de dióxido de nitrógeno (NO2), partículas con un diámetro aerodinámico medio ≤,5 µm (PM2,5) y ozono (O3) se estimaron a partir de modelos de dispersión. La intensidad del tráfico, la distancia desde la carretera principal y los niveles de ruido nocturno (Lnight) se estimaron al nivel del código postal. Todas las medidas de exposición se relacionaron de forma anónima con los datos clínicos a través del código postal residencial. Los cocientes de riesgos CR de los modelos de Cox se ajustaron por edad, sexo, etnia, tabaquismo e índice de masa corporal, con ajustes adicionales explorados para la privación de área y la comorbilidad.
Un total de 2.181 personas (1,7%) recibieron un diagnóstico (39% enfermedad de Alzheimer, 29% demencia vascular). Se observó una relación positiva de respuesta a la exposición entre la demencia y todas las medidas de contaminación del aire, excepto para O3, que no se explicó fácilmente mediante ajustes adicionales. Los adultos que vivían en áreas del quintil más alto de concentración de NO2 (> 41,5 µg/m3) versus el quintil más bajo (< 31,9 µg/m3) tenían un mayor riesgo de demencia (CR = 1,40; IC del 95%: 1,12 a 1,74). También se observaron aumentos en el peligro de sufrir la condición mental con PM2.5, PM2.5 específicamente de fuentes de tráfico primarias solamente y Lnight, pero sólo NO2 y PM2.5 permanecieron estadísticamente significativos en los modelos multicontaminantes. Finalmente, las asociaciones fueron más consistentes para la enfermedad de Alzheimer que para la demencia vascular.
En suma, el estudio muestra una asociación positiva entre los niveles residenciales de contaminación atmosférica y el diagnóstico de demencia, relación no explicada por factores de confusión conocidos.
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