Mepolizumab en rinosinusitis crónica con pólipos nasales
Su uso muestra efectividad en la reducción del tamaño de pólipos nasales y obstrucción nasal, abriendo una opción de tratamiento complementario eficaz.
La rinosinusitis crónica con pólipos nasales es un subtipo de la patología que afecta aproximadamente al 2-4% de la población. Se caracteriza por una inflamación eosinofílica local, a menudo de tipo 2 (T2), en la que la interleucina (IL)-5 desempeña un papel patogénico clave. Sus síntomas incluyen la obstrucción nasal, pérdida de olfato, presión facial y rinorrea, que pueden tener un impacto sustancial en la calidad de vida. El tratamiento estándar actual incluye corticoides intranasales, ciclos cortos de corticosteroides sistémicos y cirugía.
Aunque la corticoterapia sistémica reduce la respuesta inflamatoria y puede disminuir temporalmente el tamaño de los pólipos mejorando los síntomas, a largo plazo se asocia a efectos adversos. La cirugía se relaciona con altas tasas de recurrencia y cicatrices o daños en la mucosa, o ambos, y riesgos asociados al procedimiento, como la anestesia general y molestias. Por ello, son necesarias nuevas terapias dirigidas a citocinas implicadas en la inflamación T2 asociada a la patología, como la IL-5.
Mepolizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado que se une selectivamente a la IL-5 inactivandola, inhibiendo así la inflamación eosinofílica. La droga en dosis de 100 mg administrada por vía subcutánea está aprobada en múltiples países para pacientes de 6 años o más con asma eosinofílica grave, y 300 mg para adultos con granulomatosis eosinofílica con poliangeítis o síndrome hipereosinofílico en los Estados Unidos. Existen antecedentes que indican una reducción del tamaño de los pólipos, mejora de los síntomas y menor necesidad de cirugía nasal en pacientes con rinosinusitis crónica con pólipos nasales que recibieron 750 mg de mepolizumab intravenoso.
El estudio fase 3 SYNAPSE, liderado por el Departamento de Otorrinolaringología de la Escuela de Medicina de Virginia del Este, Estados Unidos, evaluó la eficacia y seguridad de mepolizumab a dosis de 100 mg administrada por vía subcutánea durante 52 semanas, en comparación con placebo (ambos tratamientos se añadidos al estándar de atención, que incluía el uso de corticosteroides sistémicos) y en adultos.
SYNAPSE fue un ensayo aleatorio, doble ciego, controlado con placebo, de grupos paralelos, realizado en 93 centros, principalmente hospitales, de 11 países. Los pacientes elegibles, de 18 años o más, presentaban síntomas de pólipos nasales recurrentes, refractarios, graves y bilaterales (puntuación de la escala visual analógica [EVA] de los síntomas de obstrucción nasal >5), aptos para la repetición de cirugía nasal (puntuación de la EVA de los síntomas generales >7 y puntuación de los pólipos nasales endoscópicos ≥5, con una puntuación mínima de 2 en cada cavidad nasal) y, a pesar del tratamiento estándar, y debían tener al menos una cirugía nasal en los últimos 10 años. Fueron asignados aleatoriamente (1:1), mediante diseño de bloques permutados, a recibir 100 mg de mepolizumab por vía subcutánea o placebo una vez cada 4 semanas, además del tratamiento estándar (mometasona furoato intranasal durante al menos 8 semanas antes del análisis y durante el estudio, irrigaciones nasales salinas, corticoides o antibióticos sistémicos, o ambos), según sea necesario, durante 52 semanas. Los criterios de valoración coprimarios fueron el cambio desde el inicio en la puntuación total de pólipos nasales endoscópicos en la semana 52 y en la puntuación media de EVA de obstrucción nasal durante las semanas 49-52, evaluados en la población con intención de tratar (ITT, por su sigla en inglés).
Desde el 25 de mayo de 2017 hasta el 12 de diciembre de 2018, se seleccionaron 854 pacientes, de los cuales 414 se escogieron al azar con 407 incluidos en la población ITT; 206 recibieron mepolizumab y 201 recibieron placebo. El total de la puntuación de pólipos nasales endoscópicos mejoró significativamente en la semana 52 con respecto al inicio en el tratamiento con mepolizumab frente a placebo (diferencia ajustada de medianas 0,73, IC del 95%: 1,11 a 0,34; p < 0,0001) y la puntuación de la EVA de obstrucción nasal durante las semanas 49-52 también mejoró significativamente (3,14, 4,09 a 2,18; p<0,0001). Se notificaron acontecimientos adversos relacionados con el tratamiento del estudio en 15% bajo mepolizumab y 9% con placebo. Se produjeron susesos adversos graves en el 6% de ambos grupos; ninguno se consideró relacionado con el protocolo en los que recibieron mepolizumab. Se notificó una muerte en el grupo placebo (infarto de miocardio; la muerte se produjo 99 días después de la última dosis), no considerándose vinculada al estudio.
Los datos indican que mepolizumab mejora el tamaño de los pólipos y la obstrucción nasal en comparación con placebo, sin nuevas indicaciones de seguridad, en pacientes con rinosinusitis crónica grave recurrente y refractaria con pólipos nasales. Estos resultados sugieren que mepolizumab constituye una opción de tratamiento complementario eficaz para quienes padecen esta afección.
