BMJ
Mala calidad del sueño enlazada a glaucoma y pérdida de visión
En los análisis se tuvo en cuenta una amplia gama de factores de confusión importantes, ya que se disponía de información detallada sobre los parámetros sociodemográficos, el estilo de vida y las comorbilidades somáticas.
El glaucoma se caracteriza por la pérdida progresiva de células ganglionares de la retina (CGR), especialmente las fotosensibles y por cambios en el tejido del borde neuro-retiniano de la cabeza del nervio óptico y la constricción del campo visual. Cuando no se detecta ni se trata puede conducir a la ceguera y por lo tanto, el cribado es pertinente para ayudar a su detección temprana.
Para profundizar en esto, investigadores de la Fundación Nacional de la Ciencia de China, se propusieron determinar el riesgo de glaucoma entre las personas con diferentes comportamientos de sueño: insomnio, demasiado o muy poco sueño, cronotipos nocturnos o matutinos ("búhos" o "alondras"), somnolencia diurna y ronquidos.
Se basaron en 409.053 participantes del Biobanco del Reino Unido, todos ellos con edades comprendidas entre los 40 y los 69 años que habían proporcionado detalles sobre sus comportamientos de sueño. La duración del sueño de 7 a menos de 9 horas al día se definió como normal, y como muy poco o demasiado fuera de este rango. El cronotipo se definió en función de cómo la persona se describía a sí misma.
La gravedad del insomnio se clasificó como nunca/algunas veces o habitualmente, mientras que la somnolencia diurna subjetiva se clasificó como nunca/rara vez, a veces o frecuente.
Durante un periodo medio de seguimiento de algo más de 10,5 años, se identificaron 8690 casos de glaucoma que tendían a ser mayores y mayormente hombres, fumadores crónicos, hipertensos o diabéticos.
A excepción del cronotipo, los otros cuatro patrones/comportamientos del sueño se asociaron con diversos grados de riesgo de glaucoma.
La duración corta o larga del sueño se asoció con un riesgo mayor del 8%; el insomnio, del 12%; los ronquidos, del 4%; y la somnolencia diurna frecuente, del 20%.
En comparación con los que tenían un patrón de sueño saludable, los roncadores y los que experimentaban somnolencia diurna tenían un 10% más de probabilidades, mientras que los insomnes y los que tenían un patrón de duración del sueño corta o larga tenían un 13% más de probabilidades de padecerlo.
Se trata de un estudio de observación y, como tal, no puede establecer la causa.
