Intervención Biopsicosocial en pacientes con dolor vertebral agudo y subagudo
Este enfoque mejoró la discapacidad y la calidad de vida, pero no redujo el gasto sanitario.
El dolor de espalda o de cuello es muy frecuente y genera más gasto sanitario que cualquier otro problema de salud.
Un estudio dirigido por investigadores del Brigham and Women's Hospital (EEUU)miembro fundador del sistema sanitario Mass General Brigham, comparó dos intervenciones no invasivas para tratar el dolor de columna, evaluando tanto la eficacia de estos métodos para reducir el dolor.
En un ensayo clínico con 2.971 participantes, los pacientes fueron asignados aleatoriamente a recibir la atención habitual o una de las dos intervenciones. La primera intervención utilizó el modelo de identificación, coordinación y mejora, en el que reciben asesoramiento especializado, fisioterapia y un especialista en medicina del dolor o psiquiatría.
La segunda intervención fue la terapia postural individualizada (TPI), una técnica que intenta realinear y reequilibrar los músculos de la columna para aliviar el dolor. En comparación con la atención habitual, ambas intervenciones proporcionaron una mejora pequeña, pero significativa de la discapacidad relacionada con el dolor al cabo de tres meses. Estos cambios se mantuvieron y fueron clínicamente significativos a los 12 meses.
En general, la intervención ICE disminuyó el gasto relacionado con la columna vertebral en 139 dólares (unos 120.000 pesos chilenos) por persona, en comparación con la atención habitual (p=0,04), aunque esta diferencia no fue estadísticamente significativa en el umbral utilizado en el ensayo. El gasto relacionado con la columna vertebral para la intervención TPI fue significativamente mayor que la atención habitual.
En conclusión, entre los pacientes con dolor de columna agudo o subagudo, una intervención biopsicosocial multidisciplinar o una intervención de terapia postural individualizada, en comparación con la atención habitual, produjeron reducciones pequeñas en la discapacidad relacionada con el dolor a los 3 meses. Sin embargo, en comparación con la atención habitual, la intervención biopsicosocial no produjo diferencias significativas en el gasto sanitario.
