Identifican anticuerpos que neutralizan a Ómicron
Estas proteínas se dirigen a zonas espiga del virus que permanecen inalteradas a medida que mutan.
La variante ómicron tiene 37 mutaciones en la proteína spike que utiliza para adherirse a las células e invadirlas. Se trata de un número inusualmente alto de mutaciones y, en parte explica, por qué la variante ha sido capaz de propagarse tan rápido, infectar a personas que han sido vacunadas y de reinfectar a quienes han tenido la enfermedad.
Para evaluar el efecto de estas mutaciones, investigadores de la Universidad de Washington (EEUU) en conjunto con Humabs Biomed SA Vir Biotechnology en Suiza, diseñaron un virus discapacitado y no replicante llamado pseudovirus para que produjera proteínas spikes en su superficie como hacen los coronavirus. A continuación, a este pseudovirus se le introdujo la proteína con las mutaciones ómicron y las encontradas en las primeras variantes identificadas en la pandemia.
El equipo observó la capacidad de las diferentes versiones de la proteína espiga para unirse a la superficie de las células. Esta variante era capaz de unirse 2,4 veces mejor que la encontrada en el virus aislado al inicio de la ola de contagios.
A continuación, examinaron la eficacia de los anticuerpos contra aislamientos anteriores del virus. Para ello, usaron anticuerpos de pacientes que se habían infectado previamente y de quienes se habían vacunado contra cepas anteriores del virus o que se habían infectado y luego vacunado.
Los anticuerpos de las personas que habían sido infectadas por cepas anteriores y de las que habían recibido una de las seis vacunas más utilizadas actualmente tenían una capacidad reducida para bloquear la infección, de unas cinco veces, lo que demuestra claramente que la vacunación después de la infección es útil.
Los anticuerpos de personas, en este caso un grupo de pacientes de diálisis renal, que habían recibido un refuerzo con una tercera dosis de las vacunas de ARNm mostraron solo una reducción de 4 veces en la actividad neutralizadora.
Pero cuando probaron un panel más amplio de anticuerpos generados contra versiones anteriores del virus, los investigadores identificaron cuatro clases de anticuerpos que conservaban su capacidad de neutralizar la variante. Los miembros de cada una de estas clases se dirigen a una de las cuatro zonas específicas de la proteína spike no sólo en las variantes del SARS-CoV-2, sino también en un grupo de coronavirus relacionados, llamados sarbecovirus. Estas zonas de la proteína pueden persistir porque desempeñan una función esencial que la proteína perdería si mutaran.
Gracias a la identificación de estos anticuerpos "ampliamente neutralizantes", se podrían desarrollar nuevas vacunas y tratamientos en el futuro.
