Hipersensibilidad al dolor es condicionada por el sexo
La reexposición a un contexto asociado con un estímulo aversivo resulta en una mayor sensibilidad que sólo está presente en los hombres y que es potenciada por la testosterona.
Actualmente se plantea la hipótesis de que los recuerdos del dolor están involucrados de manera crítica en la transición desde un estado agudo a uno crónico. Para ayudar a dilucidar los mecanismos neurobiológicos subyacentes de la memoria del dolor, en el presente estudio se desarrollaron nuevos paradigmas para analizar la hipersensibilidad al dolor dependiente del contexto, en un modelo animal y en humanos.
Los resultados mostraron que tanto ratones como las personas se vuelven hipersensibles a la nocicepción térmica aguda cuando se evalúan en un ambiente previamente asociado con una experiencia de dolor tónico aversivo. Esta sensibilización persistió durante al menos 24 horas y sólo estaba presente en machos de ambas especies. En los animales, la hipersensibilidad al dolor dependiente del contexto fue abolida mediante la castración de los machos, el bloqueo farmacológico del eje hipotalámico-hipófisis-adrenal, o mediante inyecciones intracerebrales o intratecales del péptido inhibidor zeta (ZIP) que bloquea la proteína quinasa C atípica (incluyendo la isoforma de la quinasa Mζ ).Finalmente, en humanos, los varones, pero no las mujeres, auto-reportaron niveles más altos de estrés cuando fueron expuestos nuevamente a un contexto asociado con dolor tónico.
En suma, estos modelos proporcionan un nuevo medio para estudiar la relación entre memoria, dolor, y estrés.
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