Medicina Interna
Grasa corporal: predictor de mortalidad
El análisis destaca que la probabilidad de sufrir eventos fatales es más elevada al tener un mayor porcentaje de adiposidad y un bajo IMC, sin embargo se sugiere que el primero al ser una medida directa del contenido graso es un mejor parámetro para modelos de pronóstico.
Estudios previos acerca de la mortalidad han concluido que el índice de masa corporal (IMC) elevado puede mejorar la supervivencia. Sin embargo, estos análisis presentan la limitación de no considerar como parámetro los niveles de adiposidad.
Liderados por Raj Padwal, investigadores de la Universidad de Alberta, en Edmonton, Canadá, examinaron las relaciones conjuntas y por separado, entre el IMC y el porcentaje de grasa corporal respecto a la mortalidad. Para esto realizaron un estudio observacional, con adultos de 40 años o mayores, que habían sido previamente derivados a un test de densidad mineral ósea (BMD, por sus siglas en inglés). Los participantes fueron sometidos a absorciometría dual de rayos X (DXA) y se les realizó un seguimiento utilizando bases de datos administrativas. Adicionalmente, los autores elaboraron modelos de Cox ajustados y estratificados por sexo. Tanto el IMC como el porcentaje de grasa corporal derivado del examen DXA, fueron divididos en quintiles, siendo el quintil 1 el de menor magnitud, el quintil 5 el más alto, y el quintil 3 utilizado como referencia.
La cohorte final incluyó 49.476 mujeres (valores promedio: edad, 63,5 años; IMC, 27,0 kg / m2; contenido graso, 32,1%) y 4.944 hombres (promedios: edad, 65,5 años; IMC, 27,4 kg / m2; adiposidad, 29,5%). Los eventos fatales ocurrieron en 4.965 mujeres en un promedio de 6,7 años, y en 984 hombres en un período de 4,5 años. En los modelos de mortalidad totalmente ajustados, que incluyeron tanto el IMC y el porcentaje de adiposidad, un IMC bajo (razón de riesgo [HR], 1,44, IC del 95%: 1,30 a 1,59] para el quintil 1 y de 1,12 [1,2 a 1,23] para el quintil 2) y un elevado porcentaje de grasa corporal (HR, 1,19 [IC del 95%:1,08 - 1,32] para el quintil 5) se asociaron con una mayor mortalidad en mujeres. Similarmente en los hombres, un IMC menor y un incremento de la adiposidad también se correlacionaron significativamente con una mayor probabilidad de muerte.
Finalmente, un IMC bajo y un elevado porcentaje de grasa se vinculan de forma independiente con una mayor mortalidad. Estos hallazgos podrían ayudar a explicar la relación contra intuitiva entre el IMC y los decesos. Además, los resultados destacan la importancia de usar medidas directas de adiposidad para pronosticar y correlacionar parámetros corporales con eventos fatales.
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