JAMA
Estrategias avanzadas para el tratamiento de la endometriosis
Su diagnóstico puede retrasarse varios años, y las intervenciones incluyen terapia hormonal, inhibidores de la aromatasa, cirugía laparoscópica y, en casos más extremos, la histerectomía.
La endometriosis, una enfermedad inflamatoria crónica dependiente de estrógenos, se caracteriza por la presencia de tejido similar al endometrio fuera del revestimiento uterino, afectando hasta al 10% de las mujeres en edad reproductiva a nivel mundial. Esta afección presenta manifestaciones clínicas variables, siendo el dolor pélvico el síntoma principal en el 90% de los casos, incluyendo dismenorrea, dolor pélvico no menstrual y dispareunia.
El objetivo de esta revisión, liderada por la Dra. Sawsan As-Sanie, del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Michigan en EE. UU., fue proporcionar una visión general actualizada sobre la epidemiología, fisiopatología, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Para esto, se realizó una búsqueda exhaustiva en PubMed de artículos publicados entre enero de 1999 y diciembre de 2024, identificando 1.656 artículos. De estos, se incluyeron 99 estudios que comprendían revisiones sistemáticas, metaanálisis, ensayos clínicos, estudios observacionales y guías de práctica clínica.
Los resultados revelaron que el diagnóstico de endometriosis se retrasa en promedio de 5 a 12 años después del inicio de los síntomas, con la mayoría de las mujeres consultando a múltiples médicos antes de obtener un diagnóstico. La terapia hormonal, como los anticonceptivos orales combinados y los progestágenos, se considera el tratamiento de primera línea para pacientes sintomáticas que no desean un embarazo inmediato.
Un metaanálisis de redes demostró que los tratamientos hormonales reducen significativamente el dolor en comparación con el placebo, con diferencias medias que oscilan entre 13,15 y 17,6 puntos en una escala visual analógica de 0-100. Sin embargo, del 11% al 19% de las mujeres no experimentan alivio del dolor con la medicación hormonal, y del 25% al 34% experimentan dolor pélvico recurrente dentro de los 12 meses posteriores a la interrupción del tratamiento hormonal. La cirugía para remover lesiones, generalmente laparoscópica, se considera una opción si este tipo de intervenciones son ineficaces o están contraindicadas.
Las terapias hormonales de segunda línea incluyen agonistas y antagonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), y los tratamientos de tercera línea incluyen inhibidores de la aromatasa. La histerectomía con extirpación quirúrgica de las lesiones puede considerarse cuando los tratamientos iniciales son ineficaces. Sin embargo, aproximadamente el 25% de las pacientes experimentan dolor pélvico recurrente tras el procedimiento y el 10% se someten a cirugía adicional, como la lisis de adherencias.
En resumen, la supresión hormonal es el tratamiento inicial para las mujeres que no buscan un embarazo inmediato, mientras que la extirpación quirúrgica de las lesiones puede realizarse si las terapias hormonales son ineficaces. La histerectomía puede considerarse si los tratamientos iniciales y la extirpación quirúrgica de las lesiones no alivian los síntomas.
Fuente bibliográfica
Endometriosis: A Review
As-Sanie S, et al.
DOI:10.1001/jama.2025.2975
