Medicina Interna
El ACV provoca deterioro mental a largo plazo
La incidencia del accidente cerebrovascular se vinculó a una fuerte disminución en la función cognitiva, de forma persistente y acelerada, más allá de los 6 años posteriores.
El deterioro cognitivo es causa importante de discapacidad en los supervivientes de un accidente cerebrovascular (ACV). Lamentablemente, se desconoce la magnitud de las alteraciones cognitivas después de haber sufrido la enfermedad.
El equipo liderado por Deborah A. Levine (Departamento de Medicina Interna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan, Estados Unidos), midió los cambios en la función cognitiva en supervivientes de un accidente cerebrovascular, así como controlar sus trayectorias cognitivas antes de su aparición. El estudio prospectivo consideró a 23.572 participantes de 45 años o más que eran sanos al inicio (2003 - 2007) quienes fueron controlados hasta el 31 de marzo de 2013. Durante un seguimiento medio de 6,1 años, 515 participantes sobrevivieron a un ACV y 23.057 permanecieron libres de la condición. El resultado primario fue el cambio en la cognición global y los secundarios, el cambio en el aprendizaje, la memoria verbal y función ejecutiva, y el deterioro cognitivo.
El accidente cerebrovascular se relacionó con la disminución aguda de la cognición global (0,10 puntos [IC del 95%, 0,04 -17]), del aprendizaje (1,80 puntos [IC 95%, 0,73-2,86]) y de la memoria verbal (0,60 puntos [IC del 95%, 0,13 a 1,07]). Los participantes con accidente cerebrovascular, en comparación con los sanos, demostraron descensos más rápidos en la cognición global (0,06 puntos por año [IC del 95%, 0,03 - 0,08]) y en la función ejecutiva (0,63 puntos por año [IC del 95%, 0,12- 1,15]), pero no el aprendizaje y la memoria verbal, en comparación con las tasas previas al ACV. Entre los sobrevivientes, la diferencia en el riesgo de deterioro cognitivo después del accidente cerebrovascular, en comparación inmediatamente antes del evento, no fue estadísticamente significativa (riesgo, 1,32 [IC del 95%, 0,95 - 1,83], P = 0,10); sin embargo, hubo una tasa significativamente más rápida post-ictus de pérdida mental en comparación con la tasa previa al ACV (riesgo, 1,23 por año [IC del 95%, 1,10 - 1,38]; P <0,001). Para una mujer negra de 70 años de edad, con valores medios de covariables al inicio del estudio, el accidente cerebrovascular en el año 3 se asoció a una mayor incidencia de deterioro cognitivo: diferencia absoluta de 4,0% (IC del 95%, -1,2% a 9,2%) en el año 3 y de 12,4% (IC del 95%, 7,7% y 17,1%) en el año 6.
En conclusión, el accidente cerebrovascular se asoció a una disminución aguda en la función cognitiva, así como también a un deterioro cognitivo persistente y acelerado después de los 6 años.
