Efectos funcionales de los tratamientos para el cáncer de próstata
La prostatectomía radical, como procedimiento específico para tratar la patología localizada, generaría problemas de incontinencia urinaria grave, pero no de la función sexual.
Las opciones de tratamiento para el cáncer de próstata localizado incluyen prostatectomía radical, radioterapia con o sin terapia de privación de andrógenos (TPA) u observación con vigilancia activa, y se seleccionan según el riesgo de recurrencia, la esperanza de vida y la preferencia del paciente.
Los efectos adversos asociados a estas terapias aún no están claros. Por tanto, este trabajo tuvo como objetivo comparar resultados funcionales adversos entre tratamientos específicos para la patología.
Realizaron un estudio de cohorte observacional con datos de cinco registros del Programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales. Se incluyó a 2.445 pacientes con cáncer de próstata localizado (edad media: 64 años; 14% negros, 8% hispanos), dentro de estos 1.877 tenían pronóstico favorable y 568 desfavorable, al inicio del ensayo. Los individuos del primer grupo se sometieron a prostatectomía radical (n = 1.043), radioterapia de haz externo (n = 359), braquiterapia (n = 96) o vigilancia activa (n = 379), mientras que los de pronóstico desfavorable se practicaron prostatectomía radical (n = 362) o radioterapia de haz externo con TPA (n = 206).
Se evaluó la función sexual, urinaria, intestinal y hormonal informada por el paciente, medida utilizando el Índice Expandido Compuesto de Cáncer de Próstata de 26 ítems (rango: 0-100; 100 = mejor). Se estimaron y compararon las asociaciones de terapias específicas con cada resultado, 10 años después del tratamiento, ajustando las puntuaciones iniciales correspondientes y las características del paciente y del tumor. Las diferencias mínimas clínicamente importantes fueron de 10 a 12 para la función sexual, de 6 a 9 para la incontinencia urinaria, de 5 a 7 para la irritación urinaria y de 4 a 6 para la función intestinal y hormonal.
Tanto en el pronóstico favorable, como en el desfavorable, la prostatectomía radical se asoció con una peor incontinencia urinaria (-12,1 y -26,6 [IC 95%]), pero no con una función sexual deficiente (-7,2 y -1,4 [IC 95 %]), en comparación con la vigilancia activa y la radioterapia de haz externo con TPA, respectivamente. Entre los pacientes con pronóstico desfavorable, la radioterapia con TPA se vinculó con una mala función intestinal y hormonal (-4,9 y -4,9 [IC 95%]), en comparación con la prostatectomía radical.
En conclusión, los pacientes con cáncer de próstata localizado que se someten a una prostatectomía radical presentan una mayor probabilidad de incontinencia urinaria grave, sin afectar su función sexual, durante un periodo de 10 años posterior a la intervención.