Déficit auditivo: indicador de daño neurológico en niños con cáncer
Un screening temprano es primordial para facilitar el desarrollo y el mantenimiento de la función neurocognitiva e identificar a los individuos en peligro de deterioro futuro.
La supervivencia al cáncer infantil en Estados Unidos supera el 85%. Sin embargo, a pesar de los grandes avances en las terapias para su tratamiento y los cuidados de apoyo, los pacientes que sobreviven siguen corriendo el riesgo de sufrir morbilidades crónicas asociadas a la enfermedad y la terapia, tales como deficiencia auditiva y déficits neurocognitivos.
El presente estudio, desarrollado por Johnnie K. Bass y su equipo, midió por primera vez de manera objetiva la audición y la función neurocognitiva a largo plazo en niños sobrevivientes al cáncer, estratificados por exposición al tratamiento. Los autores evaluaron la relación entre deficiencia auditiva y la función neurocognitiva, así como los factores que afectan la deficiencia auditiva capaces de modificar sus resultados neurocognitivos.
Los datos analizados fueron recogidos de participantes del estudio “St. Lifetime Cohort Study (SJLIFE)”, que cuantificaba los resultados de salud a largo plazo de los sobrevivientes de cáncer infantil. Los participantes incluyeron a aquellos tratados para el cáncer infantil que sobrevivieron a 5 o más años después de su diagnóstico original y que fueron elegibles para pruebas audiológicas y neurocognitivas. Los resultados de la audición se codificaron usando la escala de clasificación de ototoxicidad de Chang. Los pacientes se agruparon por sensibilidad auditiva (audición normal [Chang grado 0], Déficit auditivo leve [Chang grados 1a, 1b, y 2a], o déficit auditivo severo [Chang grado 2b]) y estratificados por exposición al tratamiento (grupo de exposición solo con platino, grupo de exposición a radioterapia [RT] coclear, o grupo sin exposición). Los modelos multivariables se ajustaron por edad al momento del diagnóstico, tiempo transcurrido desde el diagnóstico, sexo y las exposiciones al tratamiento.
Luego de analizar un total de 1520 casos, la prevalencia y el riesgo de déficit auditivo severo fue mayor en aquellos sujetos tratados solo con platino (n = 107 [34.9%]) o con RT coclear (n = 181 [38,3%]) en comparación con los del grupo sin exposición (n = 65 [8.8%]). El déficit auditivo severo se asoció con déficits en las habilidades de razonamiento verbal, fluidez verbal, velocidad visomotora, y habilidades matemáticas, en comparación a aquellos con audición normal o con un déficit auditivo leve.
Estos hallazgos sugieren que un déficit auditivo severo en quienes padecieron cáncer infantil, independiente de la terapia ototóxica, parece estar asociado a déficits neurocognitivos. La detección e intervención tempranas pueden facilitar el desarrollo y el mantenimiento de la función neurocognitiva y reconocer a las personas en riesgo.
