Control de virus mediante campos eléctricos
Permite inactivarlos hasta en un 99%.
Se calcula que cientos de miles de intervenciones quirúrgicas se retrasaron o cancelaron para evitar la propagación del COVID durante la pandemia, siendo las que generaban aerosoles -como la laparoscopia o la traqueostomía- las que presentaban un mayor riesgo de cancelación. Esto provocó un grave retraso en las listas de espera para pacientes de todo el mundo.
Una investigación de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) ha puesto de relieve cómo el uso de campos eléctricos, denominados precipitación electrostática, permite prevenir eficazmente la propagación viral durante las intervenciones quirúrgicas.
Los investigadores crearon un modelo representativo de la cirugía de ojo de cerradura y de los virus aerosolizados, y lo expusieron a la precipitación electrostática. Esta se probó tanto con virus con envoltura (como el SARS-CoV2 que causa el COVID-19) como con virus sin envoltura (como el adenovirus o el norovirus). Los científicos midieron la presencia y la actividad de los virus y descubrieron que esta inactivaba los virus con una eficacia de hasta el 99%.
El empleo de la precipitación electrostática en los hospitales puede resolver los problemas experimentados con los sistemas de purificación de aire existentes, lo que podría reducir la presión sobre el Servicio Nacional de Salud mediante la prevención de la morbilidad y la mortalidad por infecciones adquiridas.
Según el equipo los resultados son alentadores y esperan que esta tecnología pueda permitir que los procedimientos quirúrgicos continúen con normalidad durante futuras pandemias.
Fuente bibliográfica
DOI: 10.1016/j.isci.2023.107567