The Lancet
Consideraciones cardiovasculares de los fármacos para el TDAH
Medicamentos como las anfetaminas y el metilfenidato producen, en general, efectos leves a corto plazo en la PA y las pulsaciones en niños y adultos. Sin embargo, su monitoreo es crucial para las intervenciones farmacológicas.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) afecta aproximadamente al 5% de los niños y adolescentes a nivel mundial. En alrededor del 70% de los casos, los síntomas pueden continuar en la edad adulta. La farmacoterapia juega un papel crucial dentro de una estrategia de tratamiento multimodal. No obstante, se ha generado inquietud acerca de la seguridad cardiovascular de los medicamentos empleados en su manejo.
El objetivo de este estudio, liderado por el Dr. Luis Farhat de la Universidad de São Paulo, Brasil, fue comparar los efectos de los tratamientos farmacológicos para el TDAH en los valores hemodinámicos y parámetros electrocardiográficos de niños, adolescentes y adultos.
Se llevó a cabo una revisión sistemática y un metaanálisis en red de ensayos controlados aleatorizados, consultando 12 bases de datos electrónicas, incluyendo Cochrane CENTRAL, Embase, PubMed y la Plataforma del Registro Internacional de Ensayos Clínicos de la OMS, hasta enero de 2024. Se buscaron estudios que compararan anfetaminas, atomoxetina, bupropión, clonidina, guanfacina, lisdexanfetamina, metilfenidato, modafinilo o viloxazina entre sí o frente a un placebo. Los resultados primarios incluyeron el cambio en la presión arterial sistólica (PAS) y diastólica (PAD), así como la frecuencia del pulso, a las 12, 26 y 52 semanas.
Se analizaron 102 ensayos que abarcaron a 13.315 niños y adolescentes y 9.387 adultos. Se encontró que las anfetaminas, atomoxetina, lisdexanfetamina, metilfenidato y viloxazina, en comparación con el placebo, elevaron los valores hemodinámicos en ambos grupos etarios. En niños y adolescentes, la PAS aumentó entre 1,07 y 1,81 mmHg, mientras que la PAD varió entre 1,93 y 2,42 mmHg. El pulso se incrementó de 2,79 a 5,58 latidos por minuto. En adultos, los aumentos fueron menores, con variaciones de 1,66 a 2,3 mmHg para la PAS y de 1,60 a 3,07 mmHg para la PAD; el pulso fluctuó entre 4,37 y 5,8 latidos por minuto.
Los tratamientos con anfetaminas, lisdexanfetamina y metilfenidato no mostraron aumentos considerables en los valores hemodinámicos en comparación con la atomoxetina o viloxazina. En cambio, la guanfacina redujo estos valores en ambos grupos, con disminuciones significativas en la PA y el pulso.
Sin embargo, solo cuatro ensayos reportaron efectos a mediano plazo, y ninguno abordó los efectos a largo plazo.
En conclusión, este metaanálisis muestra que los medicamentos para el TDAH generan, en promedio, efectos leves en el sistema cardiovascular de niños, adolescentes y adultos a corto plazo. No obstante, los profesionales de la salud deben supervisar la PA y el pulso de estos pacientes independientemente del tipo de tratamiento farmacológico, no solo en aquellos que utilizan estimulantes. Además, es fundamental llevar a cabo más investigaciones sobre los efectos a largo plazo de estos medicamentos en los parámetros cardiovasculares.
Fuente bibliográfica
Comparative cardiovascular safety of medications for attention-deficit hyperactivity disorder in children, adolescents, and adults: a systematic review and network meta-analysis
Farhat LC, et al.
https://doi.org/10.1016/S2215-0366(25)00062-8
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