Células de apoyo del cerebro pueden desempeñar un papel clave en el TOC
En particular, SAPAP3 (codificado por Dlgap3), que se asocia con el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y los comportamientos repetitivos, se detectó en altos niveles en los astrocitos estriatales.
Los astrocitos son el tipo predominante de glía en el sistema nervioso central y han coevolucionado con las neuronas. Los astrocitos son componentes vitales del cerebro y, al igual que las neuronas, presentan morfologías y propiedades que difieren entre las distintas regiones cerebrales. Tanto los astrocitos como las neuronas están ampliamente implicados en las enfermedades cerebrales incluidos los trastornos psiquiátricos. Sin embargo, poco se sabe sobre los mecanismos moleculares compartidos o separados de astrocitos y neuronas y sus respectivas contribuciones dentro de las regiones cerebrales relevantes para enfermedades psiquiátricas definidas o fenotipos en ratones.
Al estudiar las proteínas expresadas por neuronas y astrocitos en ratones, investigadores de la UCLA en Estados Unidos descubrieron que una proteína asociada al TOC y a comportamientos repetitivos en las neuronas también se encontraba en ellos. El descubrimiento sugiere que las estrategias terapéuticas dirigidas a astrocitos y neuronas podrían ser útiles para el TOC y, potencialmente, otros trastornos cerebrales.
El TOC, un trastorno de ansiedad que dura toda la vida y se caracteriza por pensamientos y acciones repetitivos, afecta aproximadamente al 2-3% de la población estadounidense a lo largo de su vida, aunque su prevalencia puede ser mayor debido a la falta de informes y de diagnóstico. Ae suele prescribir psicoterapia, antidepresivos o ambos, pero el tratamiento disponible es ineficaz para una parte considerable de los pacientes.
Se cree que una región del cerebro conocida como estriado, que interviene en la toma de decisiones y el control motor, desempeña un papel clave en la enfermedad. Esa es exactamente la zona del cerebro que estudiaron los investigadores de la UCLA cuando trataron de examinar las interacciones entre astrocitos y neuronas.
Los científicos utilizaron múltiples enfoques para aislar y visualizar proteínas en neuronas y astrocitos del cuerpo estriado. Cuando compararon las proteínas encontradas en neuronas y astrocitos, descubrieron inesperadamente que ambos contenían una proteína asociada al TOC conocida como SAPAP3.
Comprobaron sus hallazgos insertandola en neuronas y astrocitos de ratones modificados genéticamente para carecer del gen que produce la proteína. Descubrieron que los dos tipos de células interactuaban de forma diferente cuando midieron los efectos sobre la compulsión y la ansiedad, dos de las características típicas del TOC.
Los ratones dejaron de acicalarse compulsivamente tras devolver la proteína SAPAP3 a astrocitos y neuronas, lo que sugiere que ambos tipos de células podrían ser dianas válidas para tratamientos destinados a frenar la compulsión. Sin embargo, solo las neuronas con la proteína se asociaron con una reducción de la ansiedad en los ratones, lo que sugiere que los astrocitos no serían una buena diana para los tratamientos de la ansiedad en el TOC.
El equipo sostiene que es necesario seguir trabajando para comprender cómo se forman y mantienen los astrocitos, pero que los inesperados hallazgos de este nuevo estudio demuestran el valor de investigar cuestiones de biología básica para ayudar a formar nuevas ideas sobre la base de las enfermedades.
