New England Journal of Medicine
Baxdrostat para la hipertensión resistente al tratamiento
La administración del fármaco provoca un descenso de hasta 20 puntos en la presión arterial.
La presión arterial elevada, el principal factor de riesgo mundial de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular, discapacidad y muerte, afecta a unos 1.400 millones de personas en todo el mundo. En los Estados Unidos, aproximadamente el 10% de los hipertensos (entre 10 y 12 millones de personas) tienen hipertensión resistente al tratamiento, que se define como una presión arterial elevada a pesar del uso simultáneo de al menos tres fármacos antihipertensivos de diferentes clases, incluido un diurético. Las personas con este tipo tienen un riesgo considerablemente mayor de sufrir acontecimientos adversos cardiovasculares y renales y se les suele recetar al menos cuatro antihipertensivos, con el objetivo (en Estados Unidos) de que la presión arterial sistólica en la consulta sea inferior a 130 mm Hg y la presión arterial diastólica de 80 mm Hg o menos.
Investigadores de The BrigHTN realizaron un ensayo clínico durante 12 semanas en el que se administró a 248 pacientes una dosis diaria de Baxdrostat en cantidades variables o un placebo. Al entrar, la presión arterial de ninguno de estos pacientes estaba controlada a pesar de tomar tres o más medicamentos para la hipertensión.
Las dosis tomadas además de los medicamentos habituales de los pacientes, variaban entre 2 mg, 1 mg y 0,5 mg. Al final, el grupo que recibió la mayor cantidad de Baxdrostat experimentó un descenso de 20 puntos en la presión arterial. Hubo una diferencia de 11 puntos entre este grupo y el que recibió el tratamiento con placebo, una diferencia rara vez vista en un solo medicamento.
Baxdrostat actúa impidiendo que el organismo produzca aldosterona, una hormona que regula la cantidad de sal en el cuerpo. El estudio demuestra que el fármaco provoca un notable descenso de la presión arterial en pacientes cuya hipertensión es resistente a los fármacos habituales, y que este tipo de hipertensión se debe en parte a la producción excesiva de la hormona aldosterona.
El obstáculo para el desarrollo de un fármaco de este tipo ha sido la coincidencia del objetivo con otra enzima, que produce el cortisol.
