Antiinflamatorios reducen síntomas depresivos
Esta revisión sistemática sugiere que estos agentes y los ácidos grasos omega-3 ejercen un efecto antidepresivo en el tratamiento de las personas con trastorno depresivo mayor.
Recientemente, se ha reconocido que la inflamación está implicada en la patogénesis del trastorno depresivo mayor (TDM). Varios estudios observacionales han detectado un aumento de los niveles circulantes de marcadores inflamatorios en estos pacientes, como la interleucina-6 (IL-6), el receptor soluble de la interleucina-2, la proteína C reactiva y el factor de necrosis tumoral-α. Un metaanálisis de 22 estudios encontró previamente que los niveles de IL-1β e IL-6 disminuyeron en sujetos que respondieron al tratamiento, junto con una mejoría en los síntomas depresivos. La investigación clínica también sugiere que la respuesta inmunitaria mediada por células (CMI, por sus siglas en inglés) también juega un papel en el TDM.
Para evaluar tales antecedentes epidemiológicos, en este estudio se revisó sistemáticamente la eficacia y seguridad de agentes antiinflamatorios para los pacientes con TDM. Los autores efectuaron búsquedas en la literatura para identificar ensayos controlados aleatorizados (ECA) potencialmente pertinentes hasta el 1 de enero de 2019. La medida de resultado primaria fue la eficacia, medida por los cambios medios en la puntuación de depresión desde el inicio hasta el punto final. Los resultados secundarios incluyeron las tasas de respuesta y remisión y la calidad de vida (CdV). La seguridad se evaluó por la incidencia de eventos adversos clasificados. La heterogeneidad se examinó mediante la estadística I2 y Q. Los investigadores también calcularon las diferencias de medias estándar (DME) y los cocientes de riesgos (CR) agrupados y finalmente, realizaron un metaanálisis de subgrupos según tipo de tratamiento, clase de agente antiinflamatorio, el sexo, tipo de patrocinador y calidad de los estudios.
Se incluyeron en el análisis cuantitativo 30 ECA con 1.610 participantes. El análisis general combinado de 26 de estos estudios sugirió que los antiinflamatorios redujeron los síntomas depresivos (DME -0,55; IC del 95%: -0,75 a -0,35; I2 = 71%) en comparación con placebo. Se observó una mayor respuesta (RR 1,52; IC del 95%: 1,30 a 1,79; I2 = 29%) y tasas de remisión (RR 1,79; IC del 95%: 1,29 a 2,49; I2 = 41%) en el grupo que recibió antiinflamatorios que en los controles. El análisis de subgrupos mostró una mayor reducción en la gravedad de los síntomas tanto en el grupo de monoterapia como en el de tratamiento complementario. El análisis de subgrupos de fármacos antiinflamatorios no esteroidales, ácidos grasos omega-3, estatinas y minociclinas, respectivamente, reveló efectos antidepresivos significativos sobre el TDM. Para los ensayos exclusivos de mujeres, no se encontraron diferencias en los cambios de la severidad de la sintomatología entre los grupos. El subanálisis estratificado según el tipo de patrocinador y la calidad del estudio dio lugar a los mismos resultados a favor de los antiinflamatorios en los subgrupos. Los cambios en la CdV no mostraron distinciones. Por último, los eventos gastrointestinales fueron las únicas diferencias significativas entre los grupos en los períodos de tratamiento.
En suma, los resultados de esta revisión sistemática indican que los agentes antiinflamatorios desempeñan una función antidepresiva en los pacientes con trastorno depresivo mayor y son razonablemente seguros.
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