Anifrolumab beneficia a paciente con LES
En afectados con lupus eritematoso sistémico activo, el anticuerpo monoclonal conduce a una disminución en la actividad patológica y a menor requerimiento de glucocorticoides.
El anifrolumab, un anticuerpo monoclonal humano que se une a la subunidad 1 del receptor de interferón tipo I -investigado para el tratamiento del lupus eritematoso sistémico (LES)- no tuvo un efecto significativo sobre el punto final primario en un ensayo de fase 3 anterior (DOI: 10.1016/S2665-9913(19)30076-1).
En el actual ensayo de fase 3, Eric Morand y colaboradores del Centro de Enfermedades Inflamatorias de la Universidad de Monash, (Melbourne, Australia) utilizaron un punto final secundario del estudio anterior como punto final primario. Asignaron al azar a los pacientes en una proporción de 1:1 para recibir anifrolumab intravenoso (300 mg) o placebo cada cuatro semanas durante 48 semanas. El punto final primario de este ensayo fue una respuesta en la semana 52 definida por el grupo de las Islas Británicas para la valoración del lupus (BILAG).
Una respuesta BICLA requiere la reducción de cualquier actividad de la enfermedad de moderada a severa al inicio y ningún empeoramiento de los nueve sistemas de órganos del índice BILAG, ningún empeoramiento en el Índice de Actividad de la Enfermedad Eritematosa por Lupus Sistémico, ningún aumento de 0,3 puntos o más en la puntuación de la Evaluación Médica Global de la actividad patológica (en una escala de 0 [ninguna actividad] a 3 [enfermedad severa]), ninguna interrupción de la intervención del ensayo ni uso de medicamentos restringidos por el protocolo. Los puntos finales secundarios incluyeron una respuesta BICLA en los pacientes con una firma genética de interferón alta al inicio del estudio; reducciones en la dosis de glucocorticoides, en la gravedad de la patología y en los recuentos de articulaciones inflamadas y sensibles; y la tasa de brotes anualizada.
Un total de 362 sujetos recibieron la intervención: 180 anifrolumab y 182 placebo. El porcentaje de pacientes que tuvieron una respuesta BICLA fue 47,8% con el anticuerpo y 31,5% en los controles (diferencia, 16,3 puntos porcentuales; IC del 95%, 6,3 a 26,3; P=0,001). Entre los individuos con una alta firma del gen de interferón, el porcentaje con respuesta fue de 48,0% para anifrolumab y de 30,7% para placebo. Entre aquellos con una baja firma del gen de interferón, el porcentaje fue de 46,7% y 35,5%, respectivamente. Los puntos finales secundarios como la dosis necesaria de glucocorticoides y la severidad de la enfermedad cutánea también mostraron un beneficio significativo con anifrolumab. El herpes zóster y la bronquitis se presentaron en el 7,2% y el 12,2% de los sujetos, respectivamente, que recibieron anifrolumab. Hubo una muerte por neumonía en el grupo del anticuerpo.
Finalmente, en comparación a placebo la administración mensual de anifrolumab dio lugar a un mayor porcentaje de pacientes con una respuesta (definida por un punto final compuesto) en la semana 52, en contraste con los hallazgos de un ensayo similar de fase 3 que incluyó personas con lupus eritematoso sistémico, pero con un punto final primario diferente.
