Neurología
Pequeñas dosis de CoQ10 no mejoran los síntomas del Parkinson
La enfermedad de Parkinson (EP) es un desorden neurodegenerativo caracterizado por una pérdida progresiva de neuronas dopaminérgicas dentro de la sustancia negra compacta (SNc) del cerebro. Características importantes en la patofisiología de la enfermedad son el agotamiento de la energía celular y el estrés oxidativo que provocan la disfunción y la muerte de la célula. La coenzima Q10 (CoQ10) es un captador de electrones que tiende un puente entre los complejos mitocondriales I y II/III, además es un potente antioxidante capaz de recuperar parcial pero constantemente la función de las neuronas dopaminérgicas. Gracias a esto, la atención se ha centrado en su acción neuroprotectora en anomalías neurodegenerativas relacionadas a defectos mitocondriales y al estrés oxidativo, tales como la enfermedad de Huntington y el Parkinson.
Para determinar si la administración de nanopartículas de CoQ10 es segura y puede demostrar efectos sintomáticos en pacientes con la enfermedad, neurólogos de la Universidad de Ulm en Alemania, realizaron un ensayo multicéntrico de selección al azar, doble ciego, en 131 pacientes bajo tratamiento antiparkinsoniano estable. Todos se asignaron a placebo o a 100 mg de CoQ tres veces al día durante 3 meses. Los autores utilizaron la escala de grado de la enfermedad del Parkinson unificado (UPDRS, por sus siglas en inglés) para evaluar los resultados.
Un total de 106 pacientes completaron el estudio, 51 tratados con placebo y 55 con la CoQ10. Los cambios promedios de UPDRS fueron -3.69 para el grupo placebo y -3.33 para el grupo de intervención (P = 0.82). El análisis estadístico según la estratificación no dio lugar a cambios significativos de la principal variable de resultado. Ninguna medida secundaria demostró alteraciones importantes entre el grupo placebo y el grupo de la CoQ10. La frecuencia y cantidad de los acontecimientos adversos fueron similares en ambos grupos.
En conclusión, nanopartículas de coenzima Q10 en una dosificación de 300 mg al día son seguras y bien toleradas, generando niveles plasmáticos similares a las formulaciones estándares de 1.200 mg/d. Sin embargo, estas concentraciones de CoQ10 no demostraron efectos sintomáticos en la enfermedad de Parkinson.
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