Conducción segura:
Impacto de la cirugía de catarata en conductores ancianos frente a los riesgos de accidentes vehiculares
El riesgo de sufrir colisiones en vehículos que son conducidos por ancianos, se eleva aún más si entre estos conductores se detecta la presencia de cataratas, una condición que deteriora la visión y que esta presente en más de la mitad de los adultos de 65 años y mas.
Frente a este hecho, el Departamento de Oftalmología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Alabama, realizó un estudio cuyo objetivo era precisamente determinar el impacto que frente a este riesgo de colisión tiene la cirugía de catarata en conductores ancianos, comparados con aquellos que frente al mismo rango de edad y padeciendo la misma enfermedad, eligieron no practicarse dicha cirugía.
El estudio prospectivo abarco a 277 conductores con cataratas, entre 55-84 años de edad reclutados de entre 12 clínicas oftalmológicas en Alabama, desde Octubre 1994 a Marzo de 1996, con un seguimiento de entre 4 a 6 años.
Así la ocurrencia de colisiones en vehículos, según informes policiales, protagonizados por pacientes que eligieron tener cirugía frente a los que no, arrojaron los siguientes resultados: comparando al grupo de la cirugía de catarata (n=174) con el grupo que no se la practicó (n=103), muestra un tasa de implicancia en estas colisiones de 0,47 (con un intervalo de confianza 95%), ajustando la reducción de la velocidad absoluta, la base de la capacidad visual y la sensibilidad al contraste. Así la reducción absoluta de la tasa asociada a la cirugía de catarata bajo a 4,74 colisiones por cada millón de millas recorrida.
En conclusión, para los investigadores, los pacientes con cataratas que fueron sometidos a cirugía e implantación intraocular de lentes, tenían la mitad del índice de implicancia en colisiones durante el período de seguimiento, comparado con los pacientes con catarata que no experimentaron dicha cirugía, teniendo esta una ventaja, previamente no documentada, que se traduce en mayor seguridad a conductores ancianos, reduciendo las tasas de colisión.
Fuente bibliográfica
JAMA, Agosto 21, 2002, vol288,N°7:841-849