Cardiovascular
Hospitalizaciones y farmacoterapia disminuyen mortalidad cardiaca
Los ensayos aleatorizados proporcionan una contundente evidencia sobre el impacto de los tratamientos farmacológicos y de los procedimientos intervencionales en pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST (IMEST) o con síndrome coronario agudo sin elevación de segmento ST (SCASEST), pero si esto traduce a cambios en la práctica clínica de desconoce. Algunos estudios han documentado importantes vacíos entre las recomendaciones de las guías clínicas y la práctica médica. Así, surgen prioridades para determinar el grado por el cual se aplica la evidencia en el actuar diario, si esto cambia en un cierto plazo y si tales cambios están asociados a mejores resultados.
Para determinarse si el manejo hospitalario de pacientes con IMEST y SCASEST está asociado a mejoras en el resultado clínico, el doctor Keith Fox y colaboradores (Universidad de Edimburgo, Escocia), realizaron un estudio multinacional con 44.372 pacientes ingresados en 113 hospitales de 14 países entre el 1 de julio de 1999 y 31 de diciembre de 2006. Los autores, entonces, evaluaron las tendencias temporales en el uso de terapias farmacológicas y de procedimientos intervencionales basados en la evidencia; y sus resultados en los pacientes (muerte, insuficiencia cardíaca congestiva, edema pulmonar, shock cardiógenico, AVE e infarto de miocardio).
El uso de medicaciones farmacológicas aumentó en el período de estudio (betabloqueadores, estatinas, inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, tienopiridinas con o sin intervención coronaria percutánea [ICP], inhibidores de la glicoproteína IIb/IIIa, heparina de bajo peso molecular; todas P < 0.001). La reperfusión farmacológica declinó en pacientes con IMEST en -22 puntos porcentuales (intervalo de confianza del 95% [IC], -27 a -17), mientras que la ICP primaria aumentó en 37 puntos porcentuales (IC del 95%, 33-41). En pacientes con no IMEST, los índices de ICP se incrementaron marcadamente en 18 puntos porcentuales (IC del 95%, 15-20). Las tasas de insuficiencia cardíaca congestiva y de edema pulmonar declinaron en ambas poblaciones: IMEST, -9 puntos porcentuales (IC del 95%, -12 a -6) y SCASEST, -6.9 puntos porcentuales (IC del 95%, -8.4 a -4.7). En pacientes con IMEST, las muertes intrahospitalarias disminuyeron en 18 puntos porcentuales (IC del 95%, -5.3 a -1.9) y el shock cardiogénico en -24 puntos porcentuales (IC del 95%, -4.3 a -0.5). El riesgo de mortalidad declinó -0.7 puntos porcentuales (IC del 95%, -1.7 a 0.3) en pacientes con SCASEST. Las tasas a seis meses de seguimiento bajaron en los individuos con IMEST: AVE en -0.8 puntos porcentuales (IC del 95%, -1.7 a 0.1) e infarto de miocardio en -2.8 puntos porcentuales (IC del 95%, -6.4 a 0.9). En SCASEST, la mortalidad a 6 meses declinó -1.6 puntos porcentuales (IC del 95%, -3.0 a -0.1) y el AVE en 0.7 puntos porcentuales (IC del 95%, -1.4 a 0.1).
En conclusión, en este estudio multinacional de observación, las mejoras en el manejo de pacientes con síndrome coronario agudo estuvieron asociadas a reducciones significativas en los índices de insuficiencia cardíaca, accidente vascular encefálico, infarto de miocardio y mortalidad.
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