Psiquiatría
Primíparas tienen más posibilidades de sufrir desórdenes mentales
La depresión posparto es un problema serio de salud mental para las mujeres y sus familias, con un predominio estimado entre un 10% y un 15% para las madres. Los desórdenes mentales después del parto incluyen también a la psicosis posparto con una frecuencia de uno por cada 1.000 nacimientos. Tales episodios requieren una atención cercana, que a menudo involucran hospitalización, por la severidad de los síntomas y porque estas condiciones son potencialmente peligrosas para la vida de la mujer y de su niño recién nacido. Los estudios al respecto han identificado al primer embarazo como factor de riesgo para la psicosis posparto. Por otro lado, aunque el impacto de la maternidad se diferencia entre los hombres y las mujeres, trasformarse en padre es un cambio importante lo que razonablemente podría afectar también la salud mental de los hombres. Si bien se asume que las perturbaciones de este tipo son raras, desde hace algún tiempo han atraído bastante atención.
Trine Munk-Olsen y colaboradores (Universidad de Aarhus, Dinamarca) estimaron el riesgo de desórdenes mentales después del parto, con necesidad de hospitalización o no, entre las madres así como en los padres durante un período postnatal de seguimiento de 1 año. El trabajo se realizó entre enero de 1973 y mayo de 2005 con 630.000 mujeres y 547.000 varones que se estrenaban en la paternidad.
Ingresaron un total de 1.171 madres y 658 padres con desorden mental a un hospital psiquiátrico durante los primeros 12 meses después de la paternidad, y el predominio correspondiente de alteraciones severas en los primeros 90 días después del parto fue de 1.03 por cada 1.000 nacimientos para las madres y 0.37 por cada 1.000 nacimientos para los padres. Comparado con las mujeres que habían dado a luz 11 a 12 meses antes, las mujeres primíparas presentaron un riesgo creciente de hospitalización por algún desorden mental en los primeros 3 meses, con riesgo más alto entre los 10 y 19 días subsiguientes (riesgo relativo [RR], 7.31; intervalo de confianza del 95% [IC], 5.44-9.81). Entre madres, el peligro también se elevó para los contactos psiquiátricos del paciente no internado en los primeros 3 meses después del parto, también con riesgo más alto en los 10 a 19 días posteriores (RR, 2.67; IC del 95%, 1.99-3.59). A diferencia de la maternidad, la paternidad no estuvo asociada a ningún riesgo creciente de hospitalización.
En conclusión, el riesgo posparto de desórdenes mentales entre madres primíparas aumenta durante los subsiguientes meses después del nacimiento, a diferencia de los padres en quienes no se dan alteraciones mentales severas que hagan necesaria la admisión hospitalaria.
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