En ancianos
Eventos adversos con el uso de fármacos son muchas veces susceptibles de prevenir
Aunque numerosos estudios evalúan patrones de uso y calidad de la prescripción en ancianos, la información relativa a incidencia de eventos adversos prevenibles relacionados con los fármacos, sigue siendo limitada.
Estadísticas recientes en USA señalan que más del 90% de las personas sobre 65 años, utiliza al menos un fármaco a la semana, y que sobre el 40% de estas personas emplea cinco o más medicamentos semanalmente. Esto explica por qué los eventos adversos de los fármacos, especialmente los “evitables”, se encuentran entre las preocupaciones más serias respecto del uso de medicamentos en pacientes de edad.
Investigadores del Meyers Primary Care Institut y de la Escuela de Medicina de la universidad de Massachussets, realizaron un estudio cuyo objetivo fue determinar la incidencia y posibilidades de prevención de los efectos adversos medicamentosos en ancianos.
El estudio de cohorte se desarrolló sobre un total de 30.000 pacientes de 65 años o más, en un periodo de 12 meses, y en base al seguimiento de los incidentes relacionados con fármacos en la práctica ambulatoria. Para ello se acudió a diversas fuentes de información: reportes de los prestadores de servicios de salud, revisión de resúmenes de altas, revisión de notas de las unidades de emergencia, chequeo automatizado de las fichas clínicas y revisión de los informes de incidentes relativos a errores en la medicación.
Los resultados arrojaron un número de eventos adversos que fueron categorizados según severidad y posibilidad de prevenirlos, en los siguientes grupos: significativos, serios, peligrosos para la vida o fatales.
En los 30.000 pacientes objeto del estudio, se presentaron 1.523 eventos adversos relacionados con fármacos, de los cuales 578 fueron considerados serios, peligrosos o fatales. De los 1.523 eventos adversos registrados en el estudio, el 27,6% fue juzgado prevenible. De los 578 casos serios, el 42,2% era prevenible.
La aparición de estos problemas se asoció principalmente con las etapas de prescripción y monitoreo de la misma, además de aquellas que implicaban errores del paciente en la adherencia a la terapia.
Los medicamentos cardiovasculares seguidos por los diuréticos, analgésicos no opioides, hipoglicemiantes y anticoagulantes se constituyeron en las categorías más comunes asociadas a estos problemas.
La tasa total de eventos adversos a medicamentos se calculó en 50,1 por cada mil personas/año en ancianos. El 13,8 por mil de los casos se consideró prevenible.
Los científicos concluyen que los eventos adversos relacionados con fármacos en el ambiente clínico ambulatorio, son comunes y a menudo prevenibles en personas de edad, siendo los acontecimientos más serios los de mayor probabilidad de prevención.
Los investigadores sugieren además, que las estrategias preventivas deben orientarse a una mayor vigilancia en las etapas de prescripción y control de los pacientes, y a una mejora en la adhesividad a la terapia, monitoreada y controlada.
Fuente bibliográfica
JAMA 2003 Mar 5;289(9):1107-166