Inmunología
Exposición a mascotas disminuye alergias durante la niñez
En las últimas décadas, el incremento en la prevalencia de asma en Estados Unidos y otros países desarrollados ha sido motivo de preocupación científica. Numerosos factores parecen estar involucrados en el problema; particularmente se ha demostrado una relación entre el proceso de sensibilización alergénica y el desarrollo de asma en niños.
Muchos estudios intentan esclarecer el rol de ciertos elementos del medioambiente durante la infancia, y el riesgo de sensibilización alérgica en edades tardías, pero la mayor parte de ellos se basa en la teoría de una predisposición genética individual a alergias, activada o amplificada por una temprana exposición a alergenos.
Dentro de ese contexto, estudios retrospectivos han relacionado la exposición a perros y gatos con una subsecuente alergia a estos animales, en tanto otras investigaciones sugieren que este contacto durante la infancia reduciría el riesgo de enfermedades alérgicas.
Para evaluar esta relación, investigadores del medical College of Georgia estudiaron los efectos del contacto con perros y gatos durante el primer año de vida y el riesgo de sensibilización alérgica entre los 6 y 7 años de edad. Se trató de un estudio prospectivo con seguimiento a niños nacidos sanos entre el 15 Abril de 1987 y el 31 Agosto 1989, evaluados periódicamente hasta una edad promedio de 6 a 7 años.
De un total de 835 niños que entraron al estudio, 474 (equivalentes al 57%) completaron las evaluaciones de seguimiento hasta la edad referida (6-7 años) obteniendo resultados que se contraponen a anteriores estudios.
La atopia fue definida como cualquier test cutáneo positivo a alguno de los seis aero alergenos más recurrentes, como el polvo doméstico, ácaros, perro, gato, polen y pasto. La sero atopia fue definida como cualquier resultado positivo para la determinación de IgE para los mismos seis alergenos.
La aparición de resultados positivo en algún test cutáneo practicado en estos pacientes fue de un 33,6%, en los sujetos no expuestos a perros o gatos durante su primer año de vida. Esta cifra fue más o menos equivalente al 34,3% obtenido cuando hubo exposición a 1 perro o gato. Sin embargo, la aparición de resultados positivos en los tests se redujo a un 15,4% en casos de exposición a 2 o más perros o gatos.
Igual cosa ocurrió con la determinación de IgE: 38,5% positiva en casos sin exposición a perro o gato; 41,2% con la exposición a 1 perro o gato; y un 17,9% en sujetos con exposición a 2 o más perros o gatos.
En base a estos resultados, los investigadores concluyen que en la niñez, la exposición a 2 o más perros o gatos durante el primer año de vida, se asocia con un riesgo perceptiblemente menor de sensibilización alérgica a múltiples alergenos.
Fuente bibliográfica
JAMA 2002;288(8):963-972