Gastroenterología
Manejo antitrómbotico combinado presenta riesgo de hemorragia gastrointestinal
La aspirina (ácido acetilsalicílico) es el principal tratamiento profiláctico antiplaquetario en pacientes con enfermedad aterosclerótica. Durante la última década, y después de la publicación de resultados de variados ensayos de intervención, diferentes agentes antiplaquetarios han aparecido en la práctica clínica. Los más importantes son el clopidogrel y la dipiridamola. Con excepciones, las investigaciones han establecido la superioridad del tratamiento combinado sobre el ácido acetilsalicílico sólo para la prevención de resultados trombóticos. Además, el manejo antiplaquetario se utiliza cada vez más en conjunto con antagonistas de la vitamina K en pacientes que tienen indicaciones duales para el tratamiento, tal como los que sufren de enfermedad cardíaca isquémica y fibrilación atrial. El tratamiento antitrombótico ha cambiado hacia regímenes más agresivos, implicando a menudo más de un medicamento. Desafortunadamente, la información de seguridad sobre el uso de esquemas combinados es relativamente escasa.
Jesper Hallas y colaboradores (Departamento de Farmacología Clínica, Universidad Syddansk en Dinamarca), realizaron un estudio para determinar el riesgo asociado entre hemorragia gastrointestinal superior y agentes antitrombóticos, solos o en conjunto con otros antitrombóticos. También se intentó describir las tendencias de uso de las drogas en la población de estudio. Los autores identificaron 1.443 casos de hemorragia gastrointestinal durante el 2000 y el 2004; y el grupo control estuvo compuesto por 57.720 personas, emparejadas por edad y sexo.
Los riesgos relativos de hemorragia gastrointestinal alta asociados a las drogas fueron de 1.8 (IC del 95%: 1.5 a 2.1) para la aspirina en bajas dosis, de 1.1 (0.6 a 2.1) para el clopidogrel, de 1.9 (1.3 a 2.8) para la dipiridamola, y de 1.8 (1.3 a 2.4) para los antagonistas de la vitamina K. Los riesgos correspondientes para el uso combinado fueron de 7.4 (3.5 a 15) para el clopidogrel y la aspirina, de 5.3 (2.9 a 9.5) para los antagonistas de la vitamina K y la aspirina, y de 2.3 (1.7 a 3.3) para la dipiridamola y aspirina. Otras combinaciones fueron utilizadas demasiado infrecuentemente como para permitir su valoración. Durante el transcurso del estudio, la exposición a los regímenes antitrombóticos combinados aumentó en un 425% en la población analizada.
En conclusión, el tratamiento antitrombótico es cada vez más agresivo. Los esquemas combinados confieren un particular riesgo y se asocia a alta incidencia de hemorragia gastrointestinal.
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