Epidemiología
Vivir en soledad duplica el peligro de enfermedad coronaria
La aterosclerosis de las coronarias y de otras arterias es un problema de salud importante en todos los países del mundo, si bien, la incidencia del infarto de miocardio (IM) ha disminuido en los años sesenta. Por lo anterior, existe una necesidad persistente de desarrollar programas preventivos incluyendo la identificación de los grupos de riesgo dentro de una población. Las manifestaciones más severas y concretas de la enfermedad cardíaca isquémica se combinan en el síndrome coronario agudo (SCA), incluyendo a la angina inestable (AI), infarto al miocardio y la muerte cardiaca súbita (MCS), la incidencia de la cual sin embargo no se ha investigado todavía en estudios prospectivos. Tradicionalmente, las estrategias preventivas han apuntado a personas cuyo peligro se ha sido estimado por medio de un seguimiento de riesgo coronario incluyendo los factores clásicos de peligro, por ejemplo, edad, sexo, el fumar, hipertensión, dislipidemia y diabetes mellitus.
El objetivo del estudio fue identificar indicadores sociodemográficos de riesgo para un episodio inicial de síndrome coronario agudo, incluyendo a la angina inestable, infarto de miocardio y muerte cardiaca repentina. Los autores estudiaron una cohorte de 138.290 residentes del municipio de Aarhus, Dinamarca, entre 30 y 69 años de edad. La información sobre la edad, género, situación social y eventual muerte fue obtenida de los registros nacionales de población.
De acuerdo con una regresión logística múltiple, la edad y la vida en soledad se asociaron positivamente con el síndrome coronario agudo en ambos sexos. Durante 24 meses de seguimiento, se identificaron 457 pacientes con SCA y 189 casos con muerte súbita pero sin historial de SCA. Por lo tanto, la incidencia total del síndrome fue de 165 y 234 por 100.000 personas/año, respectivamente. La angina inestable representó un 16.9%, el IM un 53.8%, y la muerte cardiaca súbita un 29.3% de los casos de SCA. Veintidós (4.8%) y 211 personas (32.7%) murieron en el plazo de 30 días entre los casos de síndrome coronario agudo. Las mujeres mayores de 60 años que vivían solas y los hombres de 50 que también vivían en soledad particularmente poseían un riesgo muy alto. Si bien ellos constituían el 5.4% y 7.7% de la población, respectivamente, representaban un 34.3% y un 62.4% de los pacientes con SCA que morían en el plazo de los 30 días posteriores al diagnóstico.
En conclusión, vivir en soledad se asocia a un riesgo creciente de sufrir trastornos cardiacos graves. Así, los grupos de peligro identificados por medio de la información sobre su edad y estructura familiar pueden ser blancos para futuras estrategias preventivas más focalizadas y costo-efectivas. En poblaciones occidentales, tales grupos de alto riesgo son fácilmente identificables a través de los registros de rutina.
Fuente bibliográfica
J Epidemiol Community Health. 2006 Aug; 60(8):721-8
