Pediatría
Deficiencia auditiva puede provocar incapacidades verbales en los niños
El deterioro bilateral permanente del oído en la niñez, ya sea moderado, severo o profundo, afecta a 1 de 750 niños y se presenta al nacer en más del 80% por ciento de los niños afectados. Tales debilitaciones se asocian a deficiencias del lenguaje, del aprendizaje y del desarrollo del habla. Actualmente, la búsqueda del deterioro bilateral permanente en pediatría, con el uso de emisiones otoacústicas transitorias evocadas y de evaluaciones automatizadas de las respuestas auditivas, se recomienda para todos los lactantes antes de los tres meses de edad en los Estados Unidos, el Reino Unido y Europa. El valor de estas recomendaciones se apoya en los estudios que han demostrado que la inscripción en un programa de intervención a los nueve meses de la edad, está asociada a mejoras en la habilidad verbal cercanas a los 19 puntos, y cuando la intervención se hace inmediatamente después del nacimiento ésta posee ventajas similares. Sin embargo, los organismos preventivos oficiales de Norteamérica han considerado la calidad de la evidencia como escasa o deficiente.
Colin R. Kennedy y colaboradores (Universidad de Southampton, Reino Unido) estudiaron a 120 niños con hipoacusia bilateral permanente y con promedio de 7,9 años de edad, con la finalidad de evaluar las habilidades en el lenguaje oral y en el habla. De esos 120 niños, 61 habían nacido durante periodos de cribaje en neonatos y 57 presentaban una deficiencia auditiva que se había confirmado a los nueve meses de edad. Los criterios de valoración primarios fueron el lenguaje en comparación con la capacidad no verbal y el habla expresados como puntuaciones z (el número de desviaciones estándar en las que la puntuación difería de la puntuación media en 63 niños de la misma edad con audición normal), ajustadas para gravedad de la hipoacusia y la formación materna.
La confirmación de la deficiencia auditiva a los nueve meses de edad se asoció con altos valores de z para el lenguaje en comparación con la capacidad no verbal (diferencia media ajustada para el lenguaje receptivo: 0,82; IC del 95%: 0,31 a 1,33; y diferencia media ajustada para el lenguaje expresivo: 0,70; IC del 95%: 0,13 a 1,26). El nacimiento durante periodos con detección precoz en los neonatos también se asoció con mayores puntuaciones de z para el lenguaje receptivo en comparación con la capacidad no verbal (diferencia media ajustada: 0,60; intervalo de confianza del 95%: 0,07 a 1,13), si bien las valoraciones para el lenguaje expresivo no presentaron un aumento significativo en comparación con la capacidad no verbal. Las puntuaciones para el habla no difirieron significativamente entre los niños que se sometieron a las pruebas de detección neonatales o a la confirmación temprana y los que no se sometieron a dichas pruebas.
Las conclusiones de la investigación señalan que la detección precoz de la deficiencia auditiva se asocia con mayores puntuaciones para el lenguaje pero no para el habla en la infancia media.
Fuente bibliográfica
N Engl J Med. 2006 May 18; 354(20):2131-41