Cuidado intensivo
Candidiasis invasiva aumenta morbilidad y mortalidad en la UCI
La candidiasis invasiva (CI) es un problema de importancia en los sistemas de salud y en particular en las unidades de cuidado intensivo (UCIs). Los grandes avances en tecnología médica han permitido que los pacientes sobrevivan a enfermedades complejas, con el coste de crear poblaciones que son vulnerables a una amplia variedad de patologías previamente desconocidas o subestimadas. Hasta hace algunos años, la candida fue considerada como poco más que un contaminante o una "flora normal" en las pruebas de laboratorio, en vez de un patógeno altamente frecuente y potencialmente agresivo, tal cual como se reconoce hoy. La candidiasis invasiva abarca una amplia variedad de enfermedades severas o invasoras que incluyen candidemia, candidiasis diseminada, implicación profunda del órgano, endocarditis y la meningitis, excluyendo enfermedades menos severas o más superficiales tales como candidiasis esofágica y orofaríngea.
Para revisar las tendencias epidemiológicas, los avances diagnósticos, las pautas y opciones terapéuticas para la candidiasis invasiva en unidades de cuidados intensivos, investigadores de la Universidad de Texas en Houston (Estados Unidos), realizaron un seguimiento a los artículos originales y de revisión, de los resúmenes, de las pautas y de los consensos registrados en Medline, revistas médicas y congresos.
Los autores determinaron que la candidiasis invasiva es un problema asociado a importantes tasas de morbilidad y mortalidad, y que es altamente frecuente en las unidades de cuidado intensivo. Los recientes estudios epidemiológicos demuestran una tendencia hacia el incremento de las infecciones y en especial las causadas por la especie de candida no albicans. Las pautas publicadas para el manejo de estas enfermedades recomiendan la amfotericina B, el fluconazol o la caspofungina como primera opción terapéutica. La elección del agente debe depender de la epidemiología local y de los pacientes. La función de los nuevos antimicóticos para esta población, como los nuevos azoles y las equinocandinas, debería ser evaluada y determinada. Los campos prioritarios de investigación incluyen diagnóstico, la identificación del riesgo y evaluación de los esquemas de tratamiento, tales como profilaxis y el manejo empírico.
Fuente bibliográfica
Crit Care Med. 2006 Mar; 34(3):857-63