Epidemiología
La concepción tardía tiende a dar a luz descendientes masculinos
En los humanos, las proporciones de espermatozoides con cromosomas X e Y son iguales, pero nacen más hombres que mujeres. Los embriones y fetos masculinos tienen mayor riesgo de desgaste en el útero que sus contrapartes femeninas, por lo tanto sería muy probable encontrar superioridad masculina (en cantidad) a la hora de la concepción. Sin embargo, sigue siendo inexplicable por qué existe una mayor probabilidad (presumiblemente en un algún punto entre la inseminación y la fecundación) que el esperma Y se una con el óvulo. Una hipótesis se relaciona con los experimentos que demuestran que las espermatozoides Y se mueven más rápidamente que los X en fluidos viscosos. En la concepción natural, el esperma humano tiene que penetrar el moco cervical, donde la viscosidad varía entre las mujeres. Puesto que dicha condición también influencia la probabilidad de fecundación, se esperaría que las concepciones tuviesen mayor probabilidad de ser masculinas.
Epidemiólogos de la Universidad Maastricht (Maastricht, Holanda), estudiaron la relación entre el periodo de embarazo y el sexo del descendiente. Los autores analizaron datos de 5283 mujeres holandesas que dieron a luz entre julio de 2001 y julio de 2003, reclutadas con cerca de 14 semanas de embarazo. El promedio de edad a la hora de la concepción era de 30.5 años.
El 83% de los embarazos había sido planeado, y para un 47% de las mujeres era su primer bebé. Entre las 498 (9.4%) madres que habían tardado más de 12 meses en embarazarse, la probabilidad de tener un descendiente masculino fue del 57.6% (287), mientras que la proporción de hijos varones entre las 4785 mujeres con tiempos más cortos de embarazos era del 51.1% (2445, P = 0.0052). Al utilizar un modelo de regresión logística para calcular la relación de géneros (probabilidad de descendiente masculino dividido por la probabilidad de descendiente femenino) y el tiempo de fecundación, se observó que cada año adicional para un embarazo existiría una probabilidad prevista de casi un 4% de ser un bebé masculino. La asociación se mantuvo al ajustar para edad materna, índice de masa corporal, fumar, ingesta de alcohol, si el embarazo fue planeado o no, y la variabilidad del ciclo menstrual.
En conclusión, en padres que conciben naturalmente, mientras más tiempo para conseguir un embarazo se relaciona positivamente con la posibilidad de tener un hijo varón. Los resultados son constantes con la hipótesis que un moco cervical más viscoso reduce la probabilidad de fecundación y aumenta la de tener descendientes masculinos. Sin embargo, otras explicaciones deberían ser consideradas y estudiadas. Por ejemplo, la pobre calidad del moco puede en sí misma ser una causa de fertilidad disminuida, lo que a menudo se ve acompañado por problemas hormonales y deficiente desarrollo folicular, condiciones que también pueden dar lugar a menores índices de natalidad por la mayor probabilidad de aborto espontáneo temprano.
Fuente bibliográfica
BMJ. 2005 Dec 17; 331(7530):1437-8