Endocrinología
Insulina inhalada controla la glicemia en pacientes diabéticos
Las ventajas a largo plazo del buen control glicémico están establecidas para los pacientes con diabetes tipo 1 y 2. En el tipo 2, la vía tradicional de tratamiento implica generalmente el inicio de terapia con hipoglicemiantes orales si la intervención de los estilos de vida no es eficaz. Sin embargo, muchos pacientes no alcanzan un buen control de su glicemia con la medicación oral una vez que la capacidad secretora de la insulina llegua a ser escasa. Los diabéticos deben entonces recibir tratamientos con insulina para reducir el riesgo de complicaciones diabéticas, lo que implica generalmente adición de insulina a los fármacos orales en uso, aunque algunos estudios sugieren que la monoterapia insulínica sea también eficaz. La estrategia óptima para el manejo adicional con insulina todavía está por determinarse. Los pacientes y los médicos a menudo son renuentes de iniciar terapias con la hormona subcutánea, por tanto, la ruta pulmonar se investiga como alternativa, método menos invasor que la administración normal de insulina. La forma inhalada humana es un sistema de formulación seco actualmente en desarrollo.
Investigadores del Centro de Diabetes y Endocrinología de la ciudad de Dallas (Estados Unidos), evaluaron el efecto sobre la glicemia de la insulina inhalada sola o más terapia oral después del fracaso del manejo tradicional. A 104 pacientes con diabetes tipo 2 se les aplicó insulina inhalada, a 103 terapia combinadal y a 93 solamente manejo oral. Se midieron los niveles basales de hemoglobina A1c y a las 12 semanas. También se controló la hipoglicemia, peso, lípidos, función pulmonar y los acontecimientos adversos.
Las reducciones de la hemoglobina glicosilada fueron mayores con la insulina inhalada. Las diferencias ajustadas para la insulina inhalada más agentes orales y la insulina inhalada sola comparada con la terapia oral fueron -1.67 puntos porcentuales (IC del 95%, -1.90 a -1.44 puntos porcentuales; P < 0.001) y -1.18 puntos porcentuales (IC, punto de -1.41 a -0.95 puntos porcentuales; P < 0.001), respectivamente. Niveles de hemoglobina A1c menores al 7% lo alcanzaron el 32% (insulina inhalada más medicamento oral) y el 1% (terapia oral) de los pacientes (riesgo ajustado, 44.7 [IC, 6.0 a 335.2]). Hipoglicemia, leve aumento de peso, tos suave y anticuerpos contra insulina fueron más frecuentes con la hormona inhalada que con terapia oral. La función pulmonar fue similar en todos los grupos.
En conclusión, la insulina inhalada mejoró el control de los niveles glicémicos totales y de la hemoglobina glicosilada cuando estaba acompañada o substituida por el esquema formado por antidiabéticos orales e insulina sintetizada. En concordancia con las otras terapias, se presentaron hipoglicemia y aumento leve de peso. No existieron diferencias entre grupo respecto a la función pulmonar.
Fuente bibliográfica
Ann Intern Med. 2005 Oct 18; 143(8):549-58