Dermatología y Venereología
La luz solar es nociva para los trasplantados renales
Los trasplantados renales son considerados como un grupo de alto riesgo para desarrollar cáncer de piel. La incidencia del cáncer aumenta con el tiempo después y se diagnostica entre el 15 al 20% y entre el 40 al 45%, 10 y 20 años después del trasplante, respectivamente. Varias razones podrían explicar este fenómeno: terapia inmunosupresiva, infecciones por papillomavirus, rechazo del órgano y radiación ultravioleta (UV). La radiación UV se reconoce como factor que podría inducir daño en el ADN y por lo tanto ser responsable de la formación de mutaciones en las células de la piel, especialmente en los genes responsables de la regulación del ciclo celular. La radiación ultravioleta parece ser el único factor en la patogenia del cáncer que podría ser controlada por los pacientes para reducir el riesgo de la transformación maligna de la piel. Docentes del Departamento de Dermatología del Hospital Regional de Wroclaw (Polonia), estudiaron el conocimiento entre trasplantados renales sobre la nocividad de la luz del sol y los métodos de protección. 151 pacientes (91 varones y 60 mujeres) fueron examinados usando una encuesta especialmente diseñada.
Los conocimientos sobre el peligro de la exposición de luz solar fue muy insatisfactorio. Sólo el 40.4% de los pacientes sabía que el desarrollo de cáncer de piel está conectado con la exposición a la luz del sol. Por otra parte, solamente el 68.2% de los individuos encuestados consideraba a los trasplantados como grupo de riesgo elevado para dicho cáncer. Aunque el 74.8% de los pacientes fueron informados sobre la necesidad de protección, sólo un 11.3% pudo explicar lo que significa el número del FPS (factor de protección solar). Las mujeres con mayor frecuencia sabían que los enfermos están especialmente predispuestos al desarrollo del cáncer (P = 0.0001) y podían explicar mejor lo que significaba el número del FPS (P = 0.006). El 72.8% de los pacientes (la mayoría mujeres, P = 0.02) hicieron esfuerzos por evitar la irradiación solar. Sin embargo, un 5.3% de los enfermos examinados utilizaban rutinariamente cremas con FPS (la mayoría mujeres, p < 0.0001). Más de la mitad de los pacientes (62.3%) no se aplicaba ningún tipo de protección.
En conclusión, el actual estudio reveló la urgente necesidad de educación referente a la nocividad de la luz solar y a los métodos de protección entre trasplantados renales. Por otra parte, los autores postulan que cada paciente debe ser examinado rutinariamente por un dermatólogo en una clínica especializada.
Fuente bibliográfica
Dermatology. 2005; 211(2):93-7