Neonatología
Elevada mortalidad perinatal en los países en vías de desarrollo
En su declaración del “milenium”, según la Dra. Jelka Zupan (Organización Mundial de la Salud, Ginebra, Suiza), las Naciones Unidas firmaron un protocolo cuya intención era reducir la mortalidad de estos niños en un 70% para el año 2015. Se han implementado muchos recursos, pero la falta de cuidados perinatales sigue siendo una importante barrera. Se han dado instrucciones a los asistentes de parto, pero los problemas son tan grandes y los recursos tan limitados que poco se ha podido avanzar. La mayor cantidad de mortalidades neonatales y mortinatas ocurren en el África Sub Sahariana seguidas por Asia y América Latina, llegándose en algunos países a mortalidades del 10% antes de cumplir el mes de vida. Los infantes mueren de complicaciones en el embarazo, asfixia, partos traumáticos, infecciones, malformaciones u otras causas específicas.
En aquellas áreas de mayor mortalidad las causas son asfixias, tétanos e infecciones. El riesgo para una madre con pre-eclampsia severa es de un 0.5% y para el niño de un 13%. Si no se trata, el riesgo de la madre aumenta al 5% y el del niño al 28%. No hay sustituto para el cuidado profesional durante las 24 horas después del parto. Ahí, se les puede indicar; cuando puede alimentarlo, cómo hacerlo, detectar complicaciones y organizar cuidados o interconsultas con pediatras o médicos gíneco-obstetras. Lo ideal es el cuidado durante todo el embarazo, el parto y el post parto. Así se le da a la madre indicaciones de planificación familiar, prevención o tratamiento del SIDA, otras enfermedades de transmisión sexual y malaria. En general estas madres dan a luz en sus casas sin ningún cuidado de higiene. Tampoco las maternidades tienen las mínimas condiciones para el cuidado del parto y del niño recién nacido.
Las barreras para una apropiada maternidad no son inalcanzables y el cuidado primario es más o menos barato. Sin embargo, para los casos más complicados se requiere de centros de alta complejidad, médicos, enfermeras y matronas que puedan tratar las complicaciones, debiendo por lo demás, estar coordinados. Ya se está instruyendo personal para el cuidado primario, pero las estructuras más especializadas van a tardar en llegar. Muchas de las madres en estos países son adolescentes que no han llegado a la madurez social ni biológica con el consiguiente riesgo para ellas y sus hijos, de la adquisición de enfermedades de transmisión sexual, incluido el virus del SIDA.
Si embargo, mientras se trata de solucionar antiguos problemas aparecen otros nuevos. La técnica de reproducción asistida ha llegado a estos países y se está asistiendo a un mayor número de mellizos y trillizos que generalmente son prematuros. Más o menos la mitad de éstos nacen prematuramente y mueren en una proporción varias veces más alta que aquellos que han llegado a un embarazo de término. Las mujeres persisten en correr riesgos vitales en su afán de dar nuevas vidas. Desgraciadamente los requisitos para un cuidado prenatal y neonatal llegan demasiado tarde para más de la mitad de las madres y sus hijos en el mundo.
Fuente bibliográfica
N Engl J Med. 2005 May 19; 352(20):2047-8