Salud pública
Partos en el hogar son igual de seguros que en los hospitales
A pesar de la abundante evidencia que apoya los nacimientos en el hogar como una opción segura para mujeres con embarazos de bajo riesgo, el tema sigue causando polémica en la mayoría de los países desarrollados. Las opiniones están particularmente polarizadas en los Estados Unidos, con intervenciones y costos de nacimientos en los hospitales que además van en aumento. Si bien, varias sociedades médicas canadienses y la Asociación Americana de Salud Pública han adoptado políticas que promueven o reconocen la viabilidad de los nacimientos en las casas, el Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia continúa oponiéndose. Los estudios realizados respecto a este tipo de nacimientos han sido criticados por ser muy pequeños para determinar exactamente la mortalidad perinatal, además de haber sido incapaces de distinguir correctamente los nacimientos planeados de los imprevistos. Para abordar esta área y evaluar la seguridad de dichos nacimientos, epidemiólogos del Centro de Prevención y Control de las Enfermedades Crónicas de la Agencia de Salud Pública de Canadá en Ottawa realizaron un estudio prospectivo sobre partos programados en el hogar. Los autores compararon resultados perinatales con los de estudios sobre nacimientos de bajo riesgo en los hospitales de Estados Unidos.
Participaron 5.418 mujeres que habían planificado tener a sus bebés en casa durante el año 2000 y apoyado por parteras profesionales. Los principales resultados a evaluar fueron mortalidad durante el parto o neonatal, traslado perinatal a un hospital, intervención médica durante el alumbramiento, amamantamiento y satisfacción maternal.
Los resultados de la investigación indicaron que 655 (12.1%) mujeres que se habían propuesto dar a luz en la casa tuvieron que ser trasladadas urgentemente a un hospital. Las intervenciones médicas incluyeron epidural (4.7%), episiotomía (2.1%), fórceps (1.0%), extracción al vacío (0.6%) y cesárea (3.7%); estos porcentajes fueron considerablemente más bajos que para las mujeres con alumbramientos en hospitales. La mortalidad neonatal o durante el parto entre mujeres consideradas de bajo riesgo, con excepción de las muertes referidas a anomalías congénitas, fue de 1.7 muertes por cada 1.000 nacimientos programados, similar al riesgo descrito en otros estudios para ambos tipos de nacimientos. Ninguna madre murió y no se encontró alguna discrepancia para los resultados perinatales cuando fueron validados independientemente.
En conclusión, el nacimiento programado en los hogares para mujeres sin riesgos y con parteras profesionales certificadas estuvo asociado a índices más bajos de intervención médica, si bien la mortalidad neonatal o durante el alumbramiento fue similar al de los nacimientos de igual riesgo en los hospitales de Estados Unidos.
Fuente bibliográfica
BMJ. 2005 Jun 18; 330(7505):1416