Oncología
Cáncer de próstata puede ser detectado precozmente en muestras de médula ósea
En la población masculina chilena, el cáncer prostático es la tercera causa de muerte por neoplasia, siendo responsable de una alta morbilidad. Se ha demostrado que existe una diseminación de células cancerosas en etapas previas, una subpoblación se disemina hacia estructuras neovasculares para luego llegar a la circulación. Las células cancerosas aisladas pueden detectarse en la médula ósea utilizando anticuerpos monoclonales contra el antígeno prostático específico (APE). El cáncer prostático es una patología sistémica desde una etapa precoz, que se ha propagado más allá de la cápsula por tanto necesita un manejo sistémico. Los beneficios de un tratamiento temprano se han demostrado en temas de metástasis, progresión de la enfermedad, complicaciones y muerte. El cáncer es dependiente de andrógenos para desarrollarse, un bloqueo androgénico causa apoptosis, es decir, daños irreparables y muerte de la célula, de hecho la mayoría de los pacientes tratados con bloqueo total demuestra una disminución del APE, asociándose a una buena respuesta clínica. Por otra parte, el gen HER-2 codifica una proteína que actúa como receptor en la membrana celular y que, una vez activada por hormonas externas, promueve el crecimiento y división celular.
El Dr. Nigel P. Murray y colaboradores (Santiago, Chile), realizó un estudio retrospectivo de la expresión del HER-2 de células cancerosas aisladas de médula ósea. Los autores utilizaron anticuerpos monoclonales dirigidos contra APE y HER-2 en hombres post-RTU por hiperplasia benigna y con cáncer prostático, para así observar la relación con la edad, con el APE y el tratamiento con antiandrógenos. Se estudiaron a hombres con resección prostática transuretral (RTU) por hiperplasia benigna (grupo 1, n = 32) y cáncer de próstata (grupo 2, n = 9) atendidos en una consulta médica entre septiembre de 2002 y abril 2004. Como controles, se consideraron a 11hombres sin RTU (grupo 3).
Según los resultados, ningún paciente en el grupo control tuvo células positivas para APE en la médula ósea; 12 (37,5%) de los hombres, en el grupo 1 y 7 (77,7%) en el grupo 2 tuvieron células APE positivas (p <0,025). El examen para HER-2, usando el puntaje relativo de 0 a 3, mostró en el grupo 1 un promedio de 0,325 (rango 0 a 0,68) y en el grupo 2 un promedio de 1,28 (rango 0,29 a 1,71) (p <0.005). Utilizando la clasificación absoluta de positiva o negativa, 2 (16,7%) en el grupo 1 y 5 (71,4%) en el grupo 2 fueron positivos para HER-2 (p <0,01). No hubo relación entre el APE total, edad y el número de células positivas por APE o HER-2 en la médula ósea.
Fuente bibliográfica
Rev Chi Cancerología y Hematología 2004 14: 133-140