Pediatría
Niños no percibirían los cambios rápidos de movimiento
Poco se sabe sobre el desarrollo de discriminación de la velocidad, con excepción de algunos estudios que demuestran que los niños pueden diferenciar un movimiento desde una posición inmóvil. Estos han concluido que hasta por lo menos 6 meses de edad, la sensibilidad a estímulos que se movilizan a velocidades reducidas está menos desarrollada que la sensibilidad a los estímulos que se mueven más rápidos. Por ejemplo, los lactantes de 6 y 12 meses son incapaces de discriminar algún tipo de evidencia entre los objetos inmóviles y aquellos que se mueven muy lentamente. Aunque no existen estudios similares en niños de 5 años, se presume que éstos deberían de comportarse semejantemente debido a la inmadurez respecto a otros aspectos de percepción del movimiento. Por ejemplo, comparado con los adultos, ellos necesitan considerablemente más contraste en los espacios sinusoidales para detectar movimientos y poder discriminar su dirección. Para dilucidar lo anterior, se realizó un trabajo colaborativo entre las Universidades de McMaster, Toronto y Montreal, con el objetivo de comparar umbrales de discriminación de velocidades en niños de 5 años de edad y en adultos. Se comenzó la investigación con este tipo de infantes porque se ha determinado que a esa edad se pueden producir umbrales psicofísicos confiables.
A los participantes se les mostraron secuencialmente dos objetos móviles y tenían que decidir cuál se movía más rápidamente. La mitad se asignó a una velocidad de referencia de 1.5 s-1 y la otra a una de 6 s-1. Los parámetros de los estímulos fueron elegidos para poder emparejar los datos con estudios anteriores de sensibilidad a la dirección de los movimientos. Los integrantes se repartieron en dos grupos de 24 adultos (edad promedio de 19.8 años, entre un rango de 17.9 a 27.8 años) y dos grupos de 24 niños de 5 años ± 3 meses (promedio de 5.1, de 4.8 a 5.2 años). Nadie presentaba historia de problemas a los ojos, y todos resolvieron los criterios de inclusión a través de un examen visual.
Los resultados indicaron que en general tanto niños como adultos son más sensibles a los cambios de velocidades altas en comparación a velocidades más bajas, si bien, los niños de 5 años fueron menos proclives a discriminar mejor referencias de velocidades más rápidas, un patrón similar al de anteriores estudios. Respecto a la referencia baja (1.5 s-1), los adultos requirieron sólo un 37% de incremento de velocidad para realizar una discriminación exacta, los niños necesitaron un 108%. Sobre la referencia alta (6 s-1), los adultos, necesitaron una diferencia del 13% en velocidad para discriminar un blanco exactamente, los niños un 44%.
Los resultados indican que los mecanismos subyacentes de discriminación de movimientos aún permanecen inmaduros a los 5 años, los niños necesitan aumentos mayores de velocidad que los adultos para la discriminación exacta de un objeto. Además, la diferencia de funcionamiento entre niños y adultos es notoriamente más grande cuando se evalúan patrones de referencias de velocidades rápidas. Así, en niños, la falta de diferenciación para detectar una velocidad especialmente reducida pueda deberse a mecanismos neurológicos que aún permanecen inmaduros.
Fuente bibliográfica
Vision Res. 2005 Jul; 45(16):2129-35