Gastroenterología
Analgésicos no interferirían el diagnóstico del dolor abdominal indiferenciado
La enseñanza clásica en cirugía recomienda que el uso de analgésicos debiera ser restringido en niños con dolor abdominal agudo hasta que el cirujano establezca un plan definitivo de tratamiento. Se ha señalado que la analgesia enmascara síntomas y resultados físicos, retrasa el diagnóstico y conduce a una mayor morbilidad. Pero durante los últimos años, se ha desafiado esta tradicional creencia, recientes estudios en adultos han sugerido que la administración temprana de opiáceos es segura y no interferiría con la capacidad de hacer un correcto diagnóstico. Hasta hace poco tiempo, sólo un estudio había tratado la aplicación de analgesia para el dolor abdominal indiferenciado en los niños. La oxicodona, tiene similar eficacia que la morfina en pacientes que experimentan cirugía, sin embargo, porque ella no provoca liberación de histamina, causa menos náuseas, vómitos y sedación, además posee menor efecto nocivo neurológico que la morfina. Ya que los niños tienen aversión a las inyecciones, crece el interés en métodos no invasores de administración de opiáceos.
Investigadores finlandeses (Hospital Universitario de Kuopio) evaluaron los efectos de la oxicodona oral en la relevación del dolor, en los resultados de examinación física, en la exactitud del diagnóstico y en las consecuencias clínicas finales en niños con dolor abdominal agudo. El ensayo prospectivo, de selección al azar, doble-ciego y placebo-controlado, realizado entre diciembre de 2001 y noviembre de 2003, integró a 104 niños de 4 a 15 años con dolor abdominal y duración menor a 7 días. Finalmente, 63 niños se randomizaron en dos grupos, unos recibieron 0.1 mg/kg oxicodona sublingual (n = 32) y otros solución salina (n = 31).
Las características demográficas, los valores iniciales de dolor, los síntomas y los signos físicos fueron similares en los 2 grupos. En ambos se asociaron disminuciones del dolor. La diferencia total de la intensidad del dolor para 7 observaciones fue perceptiblemente mayor en el grupo del opiáceo, que en el grupo del placebo. La exactitud del diagnóstico aumentó del 72% al 88% en el grupo de intervención y permaneció en el 84% en el otro grupo después de la administración de la droga. La laparotomía fue realizada en 17 pacientes del primer grupo y en 14 en el segundo. Cuatro pacientes sin apéndice en cada grupo experimentaron laparotomía exploratoria.
En conclusión, la administración temprana de un opiáceo bucal proporciona una relevación significativa del dolor a los niños con dolor abdominal agudo, sin alterar los signos clínicos u obscurecer la exactitud del diagnóstico.
Fuente bibliográfica
Arch Pediatr Adolesc Med. 2005 Apr; 159(4):320-5