Medicina familiar
Factores psicosociales en las mujeres representan un riesgo para la obesidad
Muchas variables pueden influenciar los hábitos alimenticios y por lo tanto también pueden influir en la obesidad, incluyendo depresión, ansiedad, estrés, apoyo social, pertenencia étnica, educación y renta. Los medios de comunicación y las páginas Web en Estado Unidos acentúan la importancia de la actividad física para el control del peso corporal, pero el ejercicio por sí solo no es eficaz para este propósito. De hecho, algunas investigaciones no encuentran relación alguna entre el ejercicio y el peso en muestras de personas para una comunidad determinada. Por lo tanto, preguntas importantes serían: ¿qué otros factores de riesgo además del ejercicio podrían afectar a la obesidad y cómo pueden ellos ser modificados? Son pocos los estudios sobre el estrés como factor de riesgo para la obesidad, de hecho, pocas investigaciones epidemiológicas se han reportado en revistas de cuidados primarios.
Las circunstancias personales experimentadas por los individuos pueden tardar en tener un efecto directo en la depresión, la ansiedad y el estado de la salud general. Después de todo, cuando el conflicto se presenta dentro de una familia, las consecuencias psicológicas suelen ser dramáticas. Aunque la importancia de varias fuentes de estrés personal para la obesidad no se ha examinado previamente en la literatura, su potencial efecto es digno de investigar. El propósito de este estudio fue analizar la importancia del estrés en la determinación de la obesidad. La muestra fue obtenida de una población femenina de bajos ingresos: 105 mujeres que asistían a una clínica de atención primaria en planificación familiar. El ejercicio, la ayuda social, la salud mental y otras características personales fueron evaluados para determinar el efecto independiente de las diversas fuentes de estrés personal en la obesidad.
Después de ajustar según salud mental, ejercicio y características demográficas, el análisis de los datos indicó que pertenecer a una familia grande y no recibir ayuda alguna de los padres estuvo altamente relacionado con la obesidad. El estrés y muchos tipos de apoyo social no presentaron significancia estadística.
En conclusión, los programas de control de la obesidad en centros primarios de cuidado para mujeres de pocos ingresos deben apuntar a aquellas que integran familias grandes y que no están recibiendo el apoyo de sus padres.
Fuente bibliográfica
BMC Fam Pract 2004 Sep 20; 5(1):20-25