Pediatría
Sedentarismo el riesgo más importante en la infancia para el síndrome de fatiga crónica
El síndrome de fatiga crónica (SFC) es una condición que inhabilita y que se caracteriza por un inexplicable y persistente cansancio, que su vez, impone una considerable carga a las familias y a los servicios médicos. En el Reino Unido, el término encefalomielitis miálgica (EM) a menudo es utilizado por los pacientes para describir los síntomas del SFC, de hecho, se utiliza el término SFC/EM para referirse tanto al SFC como a la EM. Su etiología sigue siendo confusa, estudios en adultos han sugerido que anteriores desórdenes psiquiátricos pudiesen tener un papel causal, otros han implicado a una gama de factores biológicos y psicosociales, que incluyen sexo femenino, acontecimientos agotadores, logro académico, infecciones como mononucleosis y meningitis viral, niveles altos de ejercicio rutinario, nacimiento y atopía. Si bien se sabe que los factores familiares son importantes, no está claro si éstos actúan sobre niveles ambientales o genéticos. Estudios de tipo caso-control han sugerido que la depresión materna y la menor sobreprotección pueden asociarse a mayor riesgo de la enfermedad en el adulto, sin embargo, aún no se han publicado estudios de seguimiento de los factores de riesgo durante la niñez y que después tengan implicancias en el adulto. R. Viner y M. Hotopf (Departamento de Pediatría, Universidad Royal Free, Londres, Reino Unido), utilizaron datos de 16567 nacimientos británicos de 1970, para explorar si factores de riesgo en la infancia estuvieron asociados al peligro de padecer el síndrome de fatiga crónica a la edad de los 30 años.
Los resultados arrojaron que 93 (0.8%, IC 95%, 0.7 a 1.0) de 11261 participantes finales reportaron haber tenido SFC/EM, y 48 (0.4%, 0.3 a 0.6) tenían la condición en la actualidad. Un riesgo mayor se asoció a haber sufrido una condición limitadora durante muchos años en la niñez (riesgo de 2.3, 1.4 a 3.9), al sexo femenino (2.3, 1.4 a 2.6) y a la clase social alta en la infancia (2.2, 1.4 a 3.5). Mayores niveles de ejercicios cuando niño representaron riesgos menores (0.5, 0.2 a 0.9). Finalmente, no se observó riesgo alguno con el desorden psicológico maternal, problemas psicológicos en la niñez, peso de nacimiento, orden de nacimiento, atopía, obesidad, ausencia escolar, capacidad académica y enfermedad parental.
En conclusión no se identificó ninguna asociación entre el distrés psicológico de la madre o del niño, capacidad académica, enfermedad parental, atopía y nacimiento respecto al incremento del riesgo a través de la vida para el SFC/EM. Finalmente, el comportamiento sedentario si que aumentó el riesgo.
Fuente bibliográfica
BMJ 2004 Oct 23; 329(7472):941-945