Medicina y evidencias
Aumenta uso de terapias basadas en la evidencia para el infarto agudo de miocardio
La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte en los Estados Unidos y en la mayoría de los países desarrollados. Cientos de pacientes se hospitalizan cada año por infarto agudo al miocardio (IAM). Los casos de mortalidad entre hospitalizados por IM decrecen fuertemente, debido principalmente a los cambios en la asistencia médica y a una mejor prevención primaria. Las personas de edad constituyen un segmento de la población cada vez mayor afectada por enfermedad coronaria, por tanto procesos de cuidado para el IM agudo cobran importancia a la hora de reducir subsecuentes morbilidad y mortalidad. Las guías del Colegio Americano de Cardiología y de la Asociación Americana del Corazón recomiendan el uso de aspirina, de beta-bloqueadores, de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) y de terapia de reperfusión. A pesar de la eficacia probada, estas terapias presentan marcadas disparidades que afectan particularmente a la población mayor.
Específicamente, este estudio emprendido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Clínica Mayo (Rochester, Estados Unidos), examinó las tendencias en el uso de terapias basadas en la evidencia en una cohorte geográficamente definida de pacientes con infarto al miocardio y trata de probar la hipótesis de que dicho manejo está en aumento, disminuyendo también las disparidades en la aplicación. Un aspecto distintivo de la investigación fue la completa averiguación (factores de riesgo cardiovasculares, diagnóstico del IAM, uso de terapia de reperfusión o revascularization y uso de medicamentos orales) durante 20 años. El estudio proporciona una perspectiva comprensiva del tratamiento del IM en una comunidad durante un período en que el manejo de la patología experimentó cambios radicales. Usando criterios estandardizados, se identificaron a todos aquellos pacientes hospitalizados entre 1979 y 1998 (condado de Olmsted, Minnesota) con diagnóstico de IAM, contándose 2317 incidentes de IM (67 años de edad promedio; mujeres 43%; y el 57% era mayor de 65 años).
El uso de todas las terapias basadas en la evidencia aumentó en el tiempo, reflejando sobre todo la introducción de las medicaciones a la hora del IAM. Entre 1989 y 1998, la edad no estuvo asociada al uso de aspirina o de inhibidores de la ECA. Las disparidades en el uso persistieron para las terapias de reperfusión y bloqueadores. La reperfusión o revascularization fueron utilizadas con menor frecuencia en personas de edad, particularmente en las mujeres mayores. El uso de beta-bloqueadores disminuyó en un 16% entre las personas con más de 65 años, independientemente de las características basales o de severidad del IM (riesgo de 0.84; con IC del 95%, 0.74-0.93).
Las conclusiones de la respectiva publicación, señalan que la utilización de terapias basadas en la evidencia para el manejo del infarto al miocardio aumentó significativamente en el tiempo; sin embargo, se observan algunas falencias y/o desconocimientos. La terapia de reperfusión o revascularización se utiliza en menor medida en mujeres y personas mayores, y en el caso de los beta-bloqueadores, la frecuencia cae sólo en gente de edad, tal vez por que mujeres y ancianos representan a proporción en aumento de pacientes con IM en la comunidad; por lo tanto, estos resultados definen oportunidades terapéuticas.
Fuente bibliográfica
Mayo Clin Proc 2004 Aug; 79(8):983-91