Ginecología y epidemiología
Una menor ingesta de calorías disminuye el peligro de sufrir cáncer de mama
La reducción del consumo calórico es una de las maneras más eficaces de prolongar las expectativas de vida y de reducir la ocurrencia espontánea de tumores en animales de experimentación, lo que además tiene un papel protector importante en la carcinogénesis mamaria experimental. Un reciente meta-análisis resumió la evidencia disponible sobre el efecto de la restricción de energía en tumores mamarios espontáneos en ratones, cuya estimación dedujo que la restricción de energía en animales implicó un 55% menos de tumores mamarios que en animales de los grupos de control, independientemente del tipo de alimento restringido. Esta limitación calórica en general se ve acompañada por, niveles más bajos de insulina circulante, insulina ligada a los factores de crecimiento I, II, y epidérmico, así como por la modificación de la sensibilidad celular a los estrógenos, aumento de la sensibilidad inmunológica, alteraciones en la regulación del ciclo celular, índices más bajos de proliferación celular, aumentos de la reparación del DNA, expresión reducida de los oncogenes y expresión aumentada de los genes supresores de tumores.
La disminución de la energía puede ser crucial durante los primeros años de vida y antes del primer embarazo, cuando el tejido fino mamario es especialmente susceptible a procesos carcinógenos. Esta hipótesis está apoyada por la observación de que una mayor estatura, que aunque todavía está influenciada genéticamente igual refleja el estado nutricional y la aportación calórica durante crecimiento, se asociaría a una mayor incidencia de cáncer de mama. La restricción del aporte energético es algo difícil de estudiar en seres humanos, un marcador de restricción calórica es la anorexia nerviosa, una enfermedad que ocurre generalmente durante la adolescencia o la temprana edad y se caracteriza por aportación calórica muy baja, bajos índices de masa corporal (IMC) y amenorrea.
A través de un estudio restrospectivo, ginecólogos y epidemiólogos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard (Boston, Estados Unidos), trataron de determinar si una restricción calórica durante las primeras etapas de la vida podría reducir el riesgo de cáncer invasivo de mama. Los participantes considerados fueron 7.303 mujeres suecas hospitalizadas por anorexia nerviosa antes de los 40 años de edad entre 1965 y 1998.
Comparadas con la población general sueca, las mujeres hospitalizadas por anorexia nerviosa antes de los 40 años tuvieron una incidencia menor, como promedio, un 53% de cáncer de pecho (IC 95%, 3%-81%); las mujeres nulíparas con anorexia nerviosa presentaron una incidencia de un 23% más baja, y las mujeres multíparas con anorexia nerviosa tenían una incidencia del 76% más baja (IC 95%, 13%-97%).
Finalmente se concluye en la investigación retrospectiva, que la restricción calórica severa en seres humanos puede conferir protección contra el cáncer invasor de pecho. Un buen control de los alimentos y un bajo aporte calórico antes del primer nacimiento seguido un subsecuente embarazo, parece estar estrechamente asociado a una reducción aún más fuerte del riesgo.
Fuente bibliográfica
JAMA 2004 Mar 10; 291(10):1226-30