Fisioterapia
Alta eficacia de los programas hospitalarios que apuntan a prevención de caídas y sus consecuencias
Las caídas suelen ocurrir de forma común en los hospitalizados mayores, afectando generalmente entre el 13% y el 32% de los pacientes admitidos. En las unidades de rehabilitación coronaria, las caídas se presentan en hasta el 47% de las personas. Los pacientes que se caen incurren en lesiones físicas (un 70% de las caídas dan lugar a lesiones y entre 1 y el 10% a fracturas), en problemas psicológicos y en tiempos más largos de hospitalización. Por lo tanto, la persona hospitalizada que se cae, aumenta significativamente la morbilidad y los costes de los sistemas de salud, además es un blanco viable para futuras intervenciones. Las actuaciones para reducir las caídas en los hospitales han recibido poca atención, de hecho, solamente se han publicado algunos ensayos controlados de selección al azar y ninguno de estos estudios demostró una reducción significativa en las frecuencias de las caídas, y todos fueron relativamente pequeños (entre 54 y 134 participantes). Por otra parte, anteriores investigaciones en hospitales con controles históricos y en ensayos controlados han podido reducir las tasas de caídas utilizando múltiples estrategias de intervención.
Para determinar la eficacia de un programa de prevención y reducción de las caídas y de sus lesiones (además de saber sobre la proporción de pacientes que se caen), fisioterapeutas de la Universidad de Melbourne en Australia, llevaron a cabo un estudio controlado de selección al azar que comparaba dicho programa múltiple de intervención versus un cuidado personal normal. Se consideraron tres salas de un hospital metropolitano especializado en rehabilitación y en el cuidado de pacientes mayores. Los participantes reclutados fueron 626, entre hombres y mujeres de 38 a 99 años (con un promedio de 80 años) y las intervenciones consideraron una tarjeta de alarma de riesgo de caídas con folleto informativo, un programa de ejercicios, un programa de educación y protectores de cadera. Se evaluó el índice de incidencia de las caídas (cualquier acontecimiento en que el participante inesperadamente se recline sobre la tierra, el piso u otro nivel inferior), la relación de las lesiones con ellas y la proporción de participantes que experimentaron una o más caídas durante su estancia en el hospital.
Los resultados observaron que los participantes del grupo de intervención (n = 310) experimentaron un 30% menos de caídas que los pacientes del grupo control (n = 316). Esta diferencia fue significativa (P = 0.045) y más obvia después de 45 días de observación. En el grupo de intervención también hubo una tendencia en la reducción del porcentaje de participantes que experimentaron una o más caídas (22% menos, RR 0.78, IC 95% 0.56 a 1.06) y el 28% de las caídas dieron lugar a una lesión (P = 0.20).
Como conclusión, según el estudio australiano, un programa múltiple de prevención de caídas reduciría su incidencia en los hospitales, aunque se reconoce que éste careció de la fuerza en detectar diferencias para las fracturas de cadera (intervención para el protector de cadera) ya que no ocurren a menudo, estas representarían menos del 10% de las caídas en un hospital. Por último, la ventaja relativa observada del programa de intervención llegó a ser más pronunciada después de 45 días en el hospital, indicando que el protocolo pudo haber tenido un efecto acumulativo en el tiempo y este beneficio fue mayor en aquellos pacientes con presentaciones más complejas y estadías mayores en el hospital.
Fuente bibliográfica
BMJ 2004; 328 (7441):676