Cardiología
Síndrome metabólico podría predecir el riesgo de enfermedad cardiovascular en mujeres
En Estados Unidos, más del 60% de las mujeres adultas sufren de sobrepeso, durante las pasadas tres décadas, la prevalencia de la obesidad se duplicó desde un 15% a un 30%. La obesidad se ha asociado como factor de riesgo convencional para desarrollar enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, la dislipidemia y la diabetes mellitus. Estas relaciones proporcionan un link biológico plausible a las observaciones epidemiológicas que indican que la obesidad está unida a riesgos crecientes de acontecimientos cardiovasculares no fatales y fatales en mujeres. Como es reconocida la gran heterogeneidad de las anormalidades metabólicas que se desprenden de la obesidad en los pacientes que la padecen, es controvertido pensar en el rol etiológico como un factor de peligro independiente en patologías cardiovasculares. La obesidad abdominal es uno de los cinco criterios clínicos (incluyendo hipertrigliceridemia, colesterol HDL bajo, hipertensión e hiperglicemia) que se utilizan para definir el síndrome metabólico.
A partir del estudio WISE (Women’s Ischemia Syndrome Evaluation), 780 mujeres referidas por angiografía coronaria por sospecha de insuficiencia coronaria, se clasificaron según índice de masa corporal (IMC), presencia o ausencia de síndrome metabólico y diabetes. En el análisis retrospectivo, el síndrome y los IMC estuvieron fuertemente asociados, pero sólo el síndrome metabólico estuvo significativamente relacionado a eventos o enfermedades cardiovasculares a tres años. Entre mujeres con estado metabólico normal, las cifras a tres años de supervivencia fueron de un 95.8% en aquellas con IMC normal, de un 97.8% en las que estaban con sobrepeso y de un 98.7% en las que eran obesas.
Estas cifras fueron más altas que las observadas en mujeres con problemas metabólicos (IMC normal 86.6%, sobrepeso 91.9% y obesas 92.3%). Así, la tasa a tres años de supervivencia fue perceptiblemente más alta en mujeres con estado metabólico normal que en las que eran anormalmente metabólicas (97.2% versus 91.5%, P = 0.003), con una supervivencia consistentemente más alta observada en todos los niveles de IMC. Los riesgos a tres años también se presentaban en dirección de un riesgo más alto asociado a un estado metabólico alterado, pero no al IMC. También los niveles de la proteína C-reactiva se asociaron fuertemente al síndrome metabólico y no al IMC.
Se concluyó finalmente, que el síndrome metabólico, pero no el IMC, predice un riesgo cardiovascular futuro en mujeres. Aunque sigue siendo prudente recomendar el control del peso en mujeres obesas y con sobrepeso, además del control de todos los factores de riesgo modificables en personas normales y obesas, para así prevenir una transición al síndrome metabólico.
Fuente bibliográfica
Circulation 2004; 109(6):706-13