Cardiología
La lipoproteína (a) pronosticaría el riesgo de accidente cerebro vascular en varones mayores de 65 años
Se sabe menos sobre los predictores de acontecimientos vasculares en ancianos que de los predictores entre la gente de mediana edad. Varios estudios han sugerido que algunos factores de riesgo tradicionales para enfermedades cardiovasculares predicen adecuadamente acontecimientos vasculares en una categoría de edad más avanzada, subrayando de paso la necesidad de investigar más sobre este asunto. La lipoproteína Lp(a) es una partícula de baja densidad en la cual la apolipoproteína B-100 se une por un solo puente de disulfuro a una única glicoproteína, la apoproteína(a). La investigación básica indica que la Lp(a) tiene un papel vital en la aterotrombogénesis. Si bien se ha demostrado que su presencia en placas ateroescleróticas en el árbol vascular, incluyendo aorta y arterias cerebrales, estudios sobre la lipoproteína (a) y riesgo de enfermedad vascular en poblaciones de mediana edad han rendido resultados poco concluyentes. Los datos sobre la relación entre la Lp(a) y riesgo de enfermedad vascular en ancianos son inasequibles, sin embargo, la emergente evidencia sugiere que los efectos aterogénicos de la Lp(a) pueden ser específicos para edad y sexo.
Investigadores del Centro para la Prevención e Intervención de Enfermedad Cardiovascular, en la ciudad de Dallas (Estados Unidos), postularon que un nivel elevado de lipoproteína (a) estaría asociado a un creciente peligro de acontecimientos vasculares en personas ancianas y que habría diferencias sexo específicas en la aterogenicidad de la lipoproteína dentro de este grupo. En el estudio prospectivo con 5.888 adultos mayores (65 años o más) en Estados Unidos, 2.375 mujeres y 1.597 hombres, sin enfermedad vascular, proporcionaron muestras de suero para un análisis de los niveles de esta lipoproteína. Estos 3.972 sujetos fueron seguidos por una media de 7.4 años, para así evaluar el desarrollo de accidente cerebrovascular, muertes por causas vasculares y/o por cualquier otra causa. Hombres y mujeres fueron divididos en quintiles según la concentración de lipoproteína en condiciones basales. Utilizando modelos estadísticos se determinó el riesgo asociado a cada quintil de Lp(a), con el quintil más bajo como grupo de referencia.
Entonces, al compararlos con el quintil más bajo, los hombres del quintil más alto tuvieron un riesgo no ajustado de accidente cerebrovascular tres veces mayor (riesgo relativo de 3.0), casi tres veces más de peligro de muerte se asoció a acontecimientos vasculares (riesgo relativo de 2.54) y casi dos veces más de riesgo de muerte por cualquier causa (riesgo relativo de 1.76). Al realizar el ajuste para edad, sexo, niveles del colesterol total, de colesterol LDL y de triglicéridos, grosor de la pared de la carótida, tabaquismo, presencia o ausencia de diabetes, hipertensión sistólica y diastólica, índice de masa corporal y otros tradicionales factores de riesgo, estos tuvieron poco efecto en las evaluaciones finales. Análisis similares en mujeres, que también incluyeron ajuste para uso o no uso de estrógenos, no revelaron ninguna relación.
La publicación concluye que en varones adultos mayores, un nivel elevado de lipoproteína (a) es un predictor independiente de accidente vascular cerebral, de muerte por enfermedad vascular y de la muerte por cualquier otra causa, no así en mujeres. Estos datos apoyan el uso de los niveles de lipoproteína (a) como una herramienta válida para predecir los riesgos de estos acontecimientos en hombres de avanzada edad.
Fuente bibliográfica
N Engl J Med. 2003 Nov 27; 349(22):2108-15