Diagnóstico basado en la evidencia
Exámenes de diagnóstico y monitoreo deberían estar apoyados por evidencia de alta calidad para asegurar una mejor atención médica
La práctica clínica basada en la evidencia científica es un objetivo importante en el proceso clínico de los gobiernos. El ensayo controlado con selección al azar se observa como estándar para la evaluación de las intervenciones terapéuticas, varios estudios han confirmado que los tratamientos en una variada gama de especialidades y en la práctica general diaria se basan en la buena evidencia. Sin embargo, un buen tratamiento se debería de sustentar en un diagnóstico exacto, pero hoy existen dudas con respecto a la calidad y a la anchura de la evidencia para las pruebas de diagnóstico. Los criterios de valoración de las publicaciones que determinan las pruebas médicas están disponibles, pero generalmente enfocados hacia los estudios que miran intervenciones terapéuticas no así para las pruebas de diagnóstico, aquí el diseño suele ser pobre, lo que juega significativamente en contra de los correctos resultados.
Les investigaciones en terapia basada en la evidencia han utilizado a pacientes como denominador común, expresando los resultados como una proporción de pacientes que recibieron por lo menos una intervención. Por otra parte, un diagnóstico final se puede basar en una combinación de resultados de diferentes pruebas, si un paciente individual experimenta una serie de evaluaciones que incluyen una mezcla de información de alta y baja calidad, el diagnóstico final puede ser incorrecto. En base a este problema, el Departamento de Medicina Cardiorrespiratoria de la Universidad de Manchester (Reino Unido), realizó una revisión retrospectiva de casos con el objetivo de determinar cuántas pruebas de diagnósticos usadas en la práctica clínica del paciente no internado y rutinario se basaban en evidencias de alta calidad, para lo cual, estimaron las evaluaciones de diagnóstico como principal denominador, en vez de los tradicionales pacientes.
La metodología consideró los expedientes de las primeras tres evaluaciones para cada paciente, incluyendo pruebas de diagnóstico, pruebas para determinar condición existente y ensayos explícitos de terapia, para luego seguir con una búsqueda bibliográfica (Medline 1966-2001) y así calificar la mejor evidencia existente para cada prueba. El lugar de estudio correspondió al hospital universitario de una ciudad del centro del Reino Unido y todos los participantes habían sido referidos a un solo equipo respiratorio de medicina durante tres meses, así se pudo evaluar el porcentaje de pruebas diagnósticas apoyadas por evidencias de tipo 1a-1c (escala desarrollada por el Centro para Medicina Basada en la Evidencia).
Los resultados observados demostraron que sólo la mitad de las pruebas diagnósticas que fueron utilizadas para realizar o excluir una valoración y un quinto de las pruebas que determinaba una condición sabida estuvo apoyada por niveles de evidencia 1a al 1c. No hubo sustento para apoyar trabajos de terapia.
Para los autores de la investigación, las conclusiones son drásticas (si bien el estudio se hizo en una sola unidad asistencial), una proporción demasiado considerable de pruebas clínicas en medicina respiratoria no están apoyadas por evidencias de nivel 1a al 1c y ninguno de los ensayos terapéuticos utilizados se basaron en la aplicación de la mejor evidencia.
Fuente bibliográfica
BMJ 2003; 327(7424):1136–8