En pacientes con diabetes
Es necesario un mayor esfuerzo en salud pública para controlar los factores de riesgo de la enfermedad vascular
La diabetes representa una carga significativa para la salud pública en base a los incrementos producidos en morbilidad, mortalidad y costos económicos. A los pacientes con diabetes se les incrementa el riesgo de sufrir enfermedad vascular, incluyendo micro-complicaciones (retinopatía, neuropatía y neuropatía), macro-complicaciones (enfermedad coronaria) y la amputación de las extremidades inferiores. Un adecuado control glicémico, claramente reduce el riesgo de enfermedad vascular y aterosclerosis. Un correcto tratamiento, centrado en el control de la glicemia, minimiza la mayoría de las complicaciones, más aún cuando va acompañado del manejo de la hipertensión y del colesterol elevado, aunque análisis previos ya señalan de un pobre control de los pacientes con diabetes respecto a sus factores de peligro para enfermedad vascular.
Investigadores del “Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK)” de los Estados Unidos, examinaron datos nacionales sobre el control de los elementos de riesgo para la enfermedad vascular en adultos con diabetes previamente diagnosticada y determinar así, tendencias durante la pasada década. Según ellos, cada vez son más los pacientes que toman medicación para controlar su presión arterial y sus niveles de colesterol, pero son muy pocos los que realizan cambios en sus estilos de vida, como son la práctica de ejercicio, el seguir una dieta saludable o perder peso, factores que suelen prevenir las complicaciones ya señaladas. El diseño del estudio consistió en comparar los datos de una muestra de adultos estadounidenses que tomaron parte en la tercera Encuesta Nacional de Salud y Nutrición NHANES III (n = 1265), realizada entre 1988 y 1994, versus otra encuesta NHANES (n = 441), llevada a cabo entre 1999 y 2000. Todos los participantes eran mayores de 20 años.
Según los resultados, comparado con NHANES III, los participantes con diabetes previamente diagnosticada en NHANES 1999-2000 eran similares en edad y sexo, diagnosticados en una edad anterior, con índices de masa corporal más alto y utilizaban preferentemente insulina conjuntamente con agentes orales.
En NHANES 1999-2000, sólo el 37% de los pacientes mantuvo bajo control sus niveles de glucosa plasmática, frente aun 44% del NHANES III. En NHANES el 35.8% de participantes alcanzaron una presión arterial sistólica aceptable, menos de 130 mm Hg y de presión arterial diastólica, menos de 80 mm Hg, y el 40.4% padecía de niveles hipertensos de presión arterial (presión arterial sistólica > 140 mm Hg o presión arterial diastólica > 90 mm Hg). Estos porcentajes no cambiaron perceptiblemente en NHANES III (P = 10 y P = 56, respectivamente). Más de la mitad (51.8%) de los participantes en NHANES 1999-2000 tuvo niveles de colesterol total mayor o igual a 200 mg/dL (contra 66.1% en NHANES III; P<.001). En total, solamente un 7.3% (IC del 95%, 2.8% -11.9%) de los adultos con diabetes en NHANES 1999-2000 logró las metas recomendadas de glucosa plasmática, de presión arterial y aún menos la de colesterol total.
Es así, como los investigadores concluyen que, futuros esfuerzos en el área de salud pública resultarán necesarios en el control de los factores de riesgo para enfermedades vasculares en aquellos individuos que ya padecen diabetes.
Fuente bibliográfica
JAMA 2004; 291(3):335-342